La tecnología ha dado un nuevo impulso al mercado bancario abriendo paso a un nuevo escenario donde el negocio tradicional parece haberse estacando. Según un informe elaborado por Accenture, los nuevos operadores del sector -que incluyen bancos, entidades de pago no bancarias y big tech- ya concentran un tercio de los nuevos ingresos bancarios. Se […]
NacionalDirigentes Digital
| 22 oct 2018
La tecnología ha dado un nuevo impulso al mercado bancario abriendo paso a un nuevo escenario donde el negocio tradicional parece haberse estacando. Según un informe elaborado por Accenture, los nuevos operadores del sector -que incluyen bancos, entidades de pago no bancarias y big tech- ya concentran un tercio de los nuevos ingresos bancarios. Se trata de un hecho que además de poner a prueba competitividad de la banca tradicional, da pistas sobre el futuro de este segmento.
“Hasta ahora, su enfoque conservador en cuanto a inversión digital ha entorpecido la capacidad de constituir nuevas fuentes de crecimiento, lo cual es crucial para escapar de la competencia entre los nuevos actores digitales y de menor rendimiento”, señala el senior Managing Director de Accenture y responsable global de banca, Alan McIntyre.
Otra de las conclusiones que se desprende de una muestra de más de 20.000 entidades bancarias y de pago en siete mercados para calcular el nivel de cambio y disrupción en el sector bancario global es la reducción en el número de entidades. Entre el período 2005-2017 éste ha pasado de registrar 24.000 a 19.300, un 20% menos.
En el momento actual, solamente el 17% de las instituciones actuales trabajan como nuevos operadores, es decir, que entraron al mercado después del año 2005. Unas cifras que, a juicio de Accenture, evidencian una disminución de las oportunidades de ingresos cada vez más “real” y “más grande”.
“La mayor parte de los bancos está teniendo dificultades para encontrar la combinación de inversión en capacidades tradicionales y digitales, sin dejar de lado el objetivo de satisfacer las necesidades de los consumidores digitales y de mantener los sistemas anteriores de protección de datos al cliente”, añade McIntyre, quién subraya la necesidad de que los bancos reevaluen sus activos, fortalezas y capacidades con el objetivo de analizar si su negocio van en la dirección “adecuada”.
A nivel europeo, incluyendo Reino Unido, los nuevos operadores representan el 20% de los bancos y entidades de pago, con un volumen de captación que alcanza el 7% de los ingresos totales y un tercio de los nuevos ingresos.
“El futuro será de los bancos que sean capaces de constituir nuevas fuentes de crecimiento y esto incluye las oportunidades que vayan más allá de los servicios financieros tradicionales”, sentencia McIntyre.