La “normalización” que atraviesa el sector turístico se ha dejado notar durante el período estival. Si bien el empleo asociado el sector ha registrado un aumento del 2,7% durante el tercer trimestre del año, los ingresos por habitación disponible (RevPar) solo lo han hecho un modesto 0,4%, en línea con la senda de moderación iniciada […]
NacionalDirigentes Digital
| 22 nov 2018
La “normalización” que atraviesa el sector turístico se ha dejado notar durante el período estival. Si bien el empleo asociado el sector ha registrado un aumento del 2,7% durante el tercer trimestre del año, los ingresos por habitación disponible (RevPar) solo lo han hecho un modesto 0,4%, en línea con la senda de moderación iniciada a principios de año.
Se trata de una ralentización que ha afectado de manera heterogénea a lo largo del territorio español y con claras diferencias entre los destinos vacacionales y los urbanos. Un caso este último donde destacan Madrid y Barcelona, cuya rentabilidad turística cae en picado. Según se desprende del ‘Barómetro de la Rentabilidad y el Empleo’ elaborado por Exceltur, durante el tercer trimestre estas dos ciudades han experimentado una caída de los ingresos del 7,9% y del 6,7%, respectivamente.
De este modo, el devenir de la rentabilidad turística en Barcelona sigue influenciado por la inestabilidad turística. De hecho, los niveles de ocupación en sus hoteles, han obligado a las hoteleras a bajar los precios. Comportamiento que también se ha trasladado a Tarragona (-14% en RevPar y -6,8% en empleo) y Gerona (-8,7% en RevPar y -6% en empleo). Por su parte, en Madrid el informe achaca dicha bajada al “excepcional” verano de 2017 que ha repercutido a los hoteles de cinco estrellas (-6,6% en pernoctaciones), así como al citado auge de inmuebles de uso turístico que continúa impactando sobre los hoteles de menor categoría (-5%).
Sin tener en cuenta estas dos ciudades, los ingresos de los destinos urbanos españoles suben un 5%, con un “notable” incremento del empleo en los subsectores relacionados con esta industria (+3,5%). Entre ellas, destaca la tendencia que han seguido las ciudades de la costa con San Sebastián a la cabeza. En concreto, esta ciudad ha registrado un ingreso medio por habitación disponible de 149,1 euros con un avance interanual del 3,5% y un 5,9% más de empleo turístico.
Siguiendo esta corriente, se encuentran también algunos destinos urbanos del litoral mediterráneo de perfil vacacional como son Palma de Mallorca (+9,7% en RevPar y +5,4% en empleo), Cádiz (+4,1% en RevPar y +4,4% en empleo), Málaga (+4,3% en RevPar y 5,2% en empleo) y Almería (+5,3% y +3,1% en empleo). En el caso de Valencia (+9% en RevPar y +7,5% en empleo) se ha visto influenciado por el aumento de las conexiones aéreas.
Dentro de este segmento destacan, por su parte, el interior andaluz con Córdoba (+4,6% en RevPar y +4% en empleo) o Sevilla (+6,1% en RevPar y +7,6% en empleo) a la cabeza, así como ciudades icono del norte de España. En este caso se encuentran Bilbao (+12,1% RevPar y +3,8% en empleo), Gijón (+4,3% RevPar y 2,8% en empleo) y La Coruña (+1,5% en RevPar y +2,9% en empleo).
BALEARES A LA CABEZA
Los destinos vacacionales españoles entre junio y septiembre ha experimentado diferentes variaciones en función de factores como el producto, posicionamiento de mercado o exposición frente a los destinos del Mediterráneo Oriental.
Así, Islas Baleares cierra un balance en positivo concentrando los mayores valores de RevPar de la geografía española, impulsados en parte por la inversión realizada en la modernización del producto.
Le siguen Andalucía y Comunidad Valenciana. Se trata de dos regiones dependientes de la demanda española y con un producto más diferenciado que en casos como el de Tarifa les ha permitido crecer a doble dígito (+13,7% en RevPar y +12,5% en empleo). El estudio también cita Mójacar (+11,6% en RevPar y +0,3% en empleo) o Benalmádena (+10% en RevPar y +1,5% en empleo).
La que más perjudicada sale de la apertura de países competidores es el archipiélago canario, donde se ha reducido tanto la afluencia (-3,1%) como los ingresos (-2%) pero sin afectar al empleo.