La corrupción y el soborno siguen siendo problemas importantes en la política y la economía rumanas. La insatisfacción y la desconfianza popular con el sistema político son profundas, es por ello que las manifestaciones masivas contra las políticas del gobierno se suceden de forma regular. Un panorama que lastra la evolución económica de este país […]
NacionalDirigentes Digital
| 15 ene 2019
La corrupción y el soborno siguen siendo problemas importantes en la política y la economía rumanas. La insatisfacción y la desconfianza popular con el sistema político son profundas, es por ello que las manifestaciones masivas contra las políticas del gobierno se suceden de forma regular. Un panorama que lastra la evolución económica de este país ubicado en el este de Europa.
Pese a todo, Rumanía ha mostrado unas sólidas tasas de crecimiento del PIB en los dos últimos años, impulsadas principalmente por el aumento de la demanda interna.
En 2017, la economía aumentó casi un 7%, debido principalmente al fuerte crecimiento del consumo privado, ayudado por los bajos tipos de interés, la subida salarial y la reducción del desempleo en la población.
Tal y como señala el último informe de Crédito y Caución, se espera que el Producto Interior Bruto crezca a un menor ritmo en 2018 y 2019, ya que la demanda interna se está enfriando. Así en el presente ejercicio, aumentará un 2,5%.
Esta desaceleración se debe también a los aumentos de los tipos de interés desde principios de 2018, con el fin de combatir la creciente inflación y ralentizar el alza de las exportaciones, ya que la demanda de la zona del euro se ha debilitado.
El déficit presupuestario aumentó en 2016 y 2017 por la reducción del IVA y la expansión del gasto público. En este sentido, en 2018 y de cara a 2019, el informe señala que se espera que el déficit siga aumentando debido a la continuación de las políticas fiscales expansivas.