Las primeras semanas de retiro de Francisco González no están siendo precisamente tranquilas. La reputación del que fuera presidente de BBVA ha quedado en entredicho al tiempo que peligra parte de su correspondiente pensión a medida que se dan a conocer más detalles sobre la ‘Operación Trampa’. La entidad ya regentada por Carlos Torres se […]
NacionalDirigentes Digital
| 15 ene 2019
Las primeras semanas de retiro de Francisco González no están siendo precisamente tranquilas. La reputación del que fuera presidente de BBVA ha quedado en entredicho al tiempo que peligra parte de su correspondiente pensión a medida que se dan a conocer más detalles sobre la ‘Operación Trampa’.
La entidad ya regentada por Carlos Torres se ha desligado de la situación y ha condenado los hechos conocidos calificando las supuestas grabaciones de una conductas “indudablemente muy graves, deprorables”. Una situación que afecta a González, poniendo en peligro la Presidencia de Honor -cargo creado recientemente en exclusiva para él- además de las prestaciones de las que dispone por ello, así como parte de su pensión.
En el momento de su partida, la cantidad acumulada en su plan de pensiones ascendía a casi 80 millones de euros a los que hay que sumar un paquete de acciones de 4,2 millones de títulos, más un millón adicional que adquirió en los últimos días de 2018. Sin embargo, es el cobro del bonus correspondiente a los años 2016, 2017 y 2018 lo que peligra.
La política sobre remuneraciones de los consejeros de BBVA establece que la retribución variable anual “podría verse reducida o no pagada” cuando se den algunas circunstancias excepcionales como haber sido “sancionado por un incumplimiento grave del código de conducta y demás normativa interna”.
De confirmarse que el excomisario Villarejo -que se encuentra en prisión preventiva- espiado alrededor de 15.000 llamadas pinchando casi 4.000 teléfonos móviles, se concurriría en varios delitos como la vulneración de los derechos de intimidad y la protección de datos.
Por el momento, el diario ‘El Confidencial’ en una investigación conjunta con ‘Moncloa.com’ han tenido acceso a material donde supuestamente se asegura que Villarejo llevó a cabo seguimientos físicos a la cúpula de la CNMV entre finales de 2004 y principios de 2005, especialmente al número dos en ese momento, Carlos Arenillas, llegando a tomar incluso imágenes de su domicilio familiar por encargo de BBVA.