El consumo de energía para el aluminio se ha reducido un 70% desde 1990. Tradicionalmente, este material se ha usado en diferentes actividades. Desde el transporte y la construcción hasta el envasado de alimentos y la fabricación de muebles. Su importancia es tal que tres cuartas partes de las mil millones de aluminio que se […]
NacionalDirigentes Digital
| 24 ene 2019
El consumo de energía para el aluminio se ha reducido un 70% desde 1990. Tradicionalmente, este material se ha usado en diferentes actividades. Desde el transporte y la construcción hasta el envasado de alimentos y la fabricación de muebles. Su importancia es tal que tres cuartas partes de las mil millones de aluminio que se han producido hasta ahora se encuentra en uso productivo, tal y como explican desde Grupo Almansa.
Mientras que la demanda de aluminio se ha visto disminuida, los expertos del sector aseguran que este material puede ser clave en la lucha por un futuro sostenible. Y es que es especialmente duradero en el uso final: “Este material dura décadas y el valor de corte de la vida útil es lo que hace que el aluminio sea duradero”, aseguran Juan Almansa, director general de Grupo Almansa.
Por ello, es un metal infinitamente reciclable. “El aluminio es un elemento básico para cambiar de un modelo lineal en la producción de residuos a un modelo circular en el que todo, al final de su vida útil, se convierte en otra cosa”, añade Almansa. Un estudio realizado en 2005 por la Universidad de Tecnología de Delft demostró que las pérdidas de metal provenientes de los procesos de reciclaje suelen ser inferiores al 2%, es decir, el rendimiento netro del metal es superior al 98%.
Las dificultades se encuentran a la hora de llevar a cabo el proceso de reciclaje. Estamos viviendo en un mundo de ‘desmaterialización‘: las latas se vuelven más ligeras, el papel del aluminio como material de barrera en el embalaje se hace cada vez más delgado, las piezas de aluminio en los vehículos reducen su tamaño… Este escenario “requiere refuerzos adiciones para la recolección y separación del aluminio de los productos al final de su vida útil”, explican el International Institute of Aluminium.
De este modo, las sociedades, los gobiernos y las comunidades deben trabajar junto con la industria para crear sistemas de recolección efectivos, para así garantizar la mejora constante de las tasas de reciclaje. El objetivo es que el ciclo de vida de un producto de aluminio no sea la secuencia tradicional ‘de la cuna a a la tumba’, sino más bien una ‘cuna a cuna’ renovable.