La producción y el comercio de baterías eléctricas es uno de los aspectos que preocupan a los fabricantes y empresas europeas, todo ello de cara a los avances de los vehículos eléctricos y de la necesidad de disminuir la dependencia de los productores asiáticos. Tanto es así que las autoridades francesas y alemanas han concretado, […]
NacionalDirigentes Digital
| 25 feb 2019
La producción y el comercio de baterías eléctricas es uno de los aspectos que preocupan a los fabricantes y empresas europeas, todo ello de cara a los avances de los vehículos eléctricos y de la necesidad de disminuir la dependencia de los productores asiáticos. Tanto es así que las autoridades francesas y alemanas han concretado, junto a Polonia, un proyecto de cooperación para el desarrollo y la producción de baterías eléctricas, con la fusión entre Siemens y Alstom que no llegó a buen puerto como telón de fondo.
El ministro de economía y finanzas francés, Bruno Le Maire, ha anunciado en Varsovia la creación de esta alianza. Una iniciativa que forma parte del esfuerzo por establecer una estrategia para “una industria fuerte, independiente y autónoma”, señaló Le Maire en una conferencia conjunta con la ministra polaca de Emprendimiento y Tecnología, Jadwiga Emilewicz. También insistió en la “importancia que Francia otorga al fortalecimiento de la cooperación económica, financiera y tecnológica con Polonia”.
Anteriormente, los ministros de economía de Francia y Alemania anunciaron una estrategia industrial para Europa con el objetivo de crear “nuevos campeones“. Le Maire y su homólogo alemán, Peter Altmaier, escogieron la producción de baterías eléctricas como el primer proyecto de cooperación abierto a otros países del viejo continente. Alemania proporcionará mil millones de euros y Francia, por su parte, 700 millones para la producción local de baterías para vehículos eléctricos.
En este sentido, se avanzará en materia de movilidad eléctrica para desprenderse de la dependencia asiática al tiempo que se pretende curbrir entre un 20 y un 30% de la demanda mundial en la próxima década. Además, ambos ministros han coincidido en la necesidad de controlar estas tecnologías para poder aportar valor en el futuro, en el que actualmente está dominado por asiáticos y estadounidenses. Es la forma de tomar parte de la tarta.