Parece que el sector del retail tiende hacia el comercio virtual. Esta percepción es normal, ya que este modelo no para de crecer. Sin embargo, no pueden obviar que las tiendas siguen presentando multitud de factores positivos. Esto es así hasta el punto de que los retailers online están abriendo establecimientos físicos. ¿Por qué? Tal […]
NacionalDirigentes Digital
| 04 mar 2019
Parece que el sector del retail tiende hacia el comercio virtual. Esta percepción es normal, ya que este modelo no para de crecer. Sin embargo, no pueden obviar que las tiendas siguen presentando multitud de factores positivos. Esto es así hasta el punto de que los retailers online están abriendo establecimientos físicos.
¿Por qué? Tal y como se desprende del último estudio elaborado por PwC, casi la mitad de los consumidores siguen comprando con regularidad en tiendas físicas. Esto son 13 puntos más que en 2014, mostrando una tendencia en alza. Pero existen más razones de este salto desde el mundo virtual.
Las tiendas permiten a los consumidores experimentar y crear lazos con una marca, sus productos y su cultura. Los comercios digitales saben también que tener un local físico equipado con las nuevas tecnologías les permite registrar la percepción de los clientes por medio del vídeo y el audio de las tiendas, algo que no había sido posible hasta ahora.
El comercio online es consciente de todo ello y, como respuesta, su incursión en las tiendas físicas es una realidad. En este proceso, aplican novedades y avances que están cambiando la forma de entender los establecimientos.
Tiendas libres de interferencias
El informe de PwC explica que los retailers online ‘se saltan’ todo el “el camino que recorren sus clientes hasta llegar a su página”. Su desarrollo está lleno de distracciones. Desde un like en una red social, hasta una notificación de mail. Al tener un espacio al que poder asistir de forma física, este escenario cambia.
Usar los datos para darle un toque personal
Otras de las claves es el data-centric. A partir del análisis de datos, los comercios pueden predecir necesidades y deseos de sus clientes. Nike, por ejemplo, ha dedicado diez años a elaborar su programa NikePlus. Gracias a esta iniciativa, la marca es capaz de obtener más datos que los gustos de sus clientes en ropa y zapatos, o de sus hábitos de ejercicio. Esto le permite ofrecer consejos personalizados para que tengan la mejor equipación posible, de acuerdo con sus objetivos deportivos.
Hacer las compras divertidas
Todo esto debe tener en cuenta un elemento clave: el consumidor tiene que disfrutar en el proceso de compra, hacerlo atractivo. La marca de belleza Sephora es un ejemplo de esta aplicación. La compañía francesa utiliza la realidad aumentada para que los clientes puedan probar sus productos de maquillaje.