¿Dejar atrás el dinero en efectivo? Es una hipótesis que muchos barajan en un contexto en el que los pagos digitales se imponen en todos los ámbitos. Una tendencia que se refleja en que las transacciones digitales superaron los 482 mil millones de dólares en 2016, según el informe World Payments Report 2018. Suecia, además […]
NacionalDirigentes Digital
| 27 mar 2019
¿Dejar atrás el dinero en efectivo? Es una hipótesis que muchos barajan en un contexto en el que los pagos digitales se imponen en todos los ámbitos. Una tendencia que se refleja en que las transacciones digitales superaron los 482 mil millones de dólares en 2016, según el informe World Payments Report 2018.
Suecia, además de ser uno de los países más renovables de la Unión Europea, uno de los más felices, de los más innovadores y con mayor riqueza y facilidad de negocios, quiere dejar el cash a un lado. Una acción que este país escandinavo está poniendo en marcha con gran celeridad. Pero, ¿qué pasaría si el sistema de transacciones digitales colapsa repentinamente?
EL PAÍS QUE MENOS DINERO EN EFECTIVO UTILIZA DEL PLANETA
Suecia podría promover una proposición legislativa para que los bancos continúen ofreciendo dinero en efectivo a los clientes que así lo soliciten. Este hecho es producto del rápido avance que ha realizado el país en una sociedad sin dinero en efectivo, donde los bancos ya no ofrecerán retiros de cash y las tiendas ya no aceptan esta forma de pago, y es que algunas personas todavía tienen dificultades para manejar teléfonos móviles o tarjetas bancarias, en especial las personas mayores. Un ejemplo de establecimiento que ya no admitirá dinero en metálico es la multinacional Ikea, ubicada a las afueras en Gävle. A estas problemáticas se suma la preocupación ante la posibilidad de un colapso del sistema de pagos digitales.
Sin embargo, la asociación de bancos de Suecia, indica que esta propuesta legislativa solo beneficiará a algunas entidades al hacerles responsables de proporcionar efectivo. Es decir, distorsionaría la competencia europea. Además, los banqueros indican que este plan repercutirá en un aumento significativo de los costes, tanto para las entidades como para los consumidores. En un contexto como este, ¿qué puntos a favor y en contra tiene una sociedad cashless?
VENTAJAS E INCONVENIENTES DE UNA SOCIEDAD SIN EFECTIVO
Una de las principales ventajas de poner fin al efectivo en la sociedad se traduce en el ahorro de costes para los bancos centrales o una mayor eficacia a la hora de luchar contra el blanqueo de dinero o los robos con violencia que pueden producirse en operaciones de retirada de efectivo en cajeros. Es decir, habrá una mayor seguridad tanto para comerciantes como para bancos.
Un problema a escala mundial como es la economía sumergida podría reducirse ligeramente al quedar todas las transacciones registradas. Y también, en materia de tecnología e innovación, podrían acometerse muchos desarrollos de sistemas de pagos diferentes.
En el otro lado de la balanza, los inconvenientes también ejercen un gran peso. No hay que olvidar que el dinero fiduciario ha sido empleado a lo largo de la historia y mucho tiempo ha pasado entre la acuñación de la primera moneda producida en torno al año 600 a.C. y las actuales tarjetas de crédito. Lo mismo ocurre con otras vías digitales de realizar transacciones. Por ello, pese a la gran rapidez con la que está acometiendo Suecia este proceso, aún queda un largo camino que recorrer.
Como ya se destacó, las personas mayores, menos acostumbradas al uso de métodos digitales de pago, junto a los más desfavorecidos y con menos recursos (al no disponer de una cuenta abierta en el banco) saldrán perjudicados.
Asimismo, un sistema de pagos sostenido sobre los cimientos de la tecnología únicamente también conlleva otros peligros tales como errores informáticos o los relacionados con la ciberseguridad.
El que probablemente sea el mayor de los problemas: la gran exposición de la ciudadanía al sector bancario a la hora de poder acceder a sus ahorros. Por ello, el banco central sueco, Riksbank, con Stefan Ingves a la cabeza, está preocupado por la situación porque la falta de liquidez podría ser un problema en una situación de crisis y que las nuevas formas de pago que están proliferando no puedan ser reguladas desde el Banco Central Europeo. A este respecto, ¿qué sentido tendría este organismo si la economía queda relegada al sector privado?
Hechos como este hacen que el banco central sueco esté valorando la posibilidad de lanzar una moneda digital – e-Krona- que sirva de complemento al efectivo para evitar que los ciudadanos no queden muy expuestos a los intereses de las entidades el día que finalmente desaparezca el metálico. Aun así, queda por demostrar la viabilidad de la corona digital.