En un entorno en el que los datos son la base para conocer a los potenciales clientes, surgen nuevos riesgos. También brechas de seguridad que hay que contemplar con detenimiento. Tanto es así que la protección de datos no debe concebirse como un elemento accesorio al negocio sino que debe formar parte de la personalidad […]
NacionalDirigentes Digital
| 02 abr 2019
En un entorno en el que los datos son la base para conocer a los potenciales clientes, surgen nuevos riesgos. También brechas de seguridad que hay que contemplar con detenimiento. Tanto es así que la protección de datos no debe concebirse como un elemento accesorio al negocio sino que debe formar parte de la personalidad del mismo, tal y como asegura Javier Romero, Director de Sistemas de Información de Grupo IFA.
Esta es una de las conclusiones a las que se llegó en la sexta edición del Retail Forum, evento organizado por la compañía especializada en networking, iKN. A la hora de hablar de datos y de la adecuación para cumplir con la normativa, surge una pregunta: ¿cuáles son los retos retail en este sentido? Y, al mismo tiempo, ¿para conocer al usuario y tener acceso a la información?
Esto es así por el empoderamiento del usuario, que tiene capacidad para dar su consentimiento o quitarlo, de decidir los canales por los que les llega la publicidad. A este respecto, Romero aboga por cambiar el ‘uso del posesivo’: “El consumidor es dueño y tiene autoridad potestativa respecto de sus datos. Ahora solo se puede hacer lo que el cliente permita que se haga, por tanto, tenemos que descartar el uso del posesivo”.
Bien es cierto que a la hora de utilizar los datos hay que hacerlo de forma sabia y debe ser parte de la cultura de la sociedad general en su conjunto. De hecho, “está en nuestro beneficio que el retailer nos conozca mejor porque nos ofrecerá productos mejores, ofertas personalizadas pero ese cambio es necesario”, señala Romero. En este sentido, la Responsable de Sistemas Informáticos de FNAC España, Mónica Prieto, achaca la importancia del cuidado de los datos desde los propios empleados de la compañía e insiste en la formación de los mismos.
De ahí que se deba hacer un análisis de los riesgos y brechas de seguridad que puedan existir, ya que “no hay nada más peligroso que una brecha de seguridad”, concluye Prieto. Además, hace mucho más daño de forma reputacional que a nivel técnico. Es por ello que el punto clave está en la concienciación y en una labor de educación.