Los ajustes por la integración del Banco Popular, la transformación digital y el fallido fichaje del banquero Andrea Orcel han centrado las comparecencias de la presidenta y el consejero delegado del Banco Santander en la junta de accionistas del banco cántabro. “El coste que habría supuesto contratar a una persona”, ha explicado Ana Botín en […]
NacionalDirigentes Digital
| 12 abr 2019
Los ajustes por la integración del Banco Popular, la transformación digital y el fallido fichaje del banquero Andrea Orcel han centrado las comparecencias de la presidenta y el consejero delegado del Banco Santander en la junta de accionistas del banco cántabro. “El coste que habría supuesto contratar a una persona”, ha explicado Ana Botín en referencia al italiano Orcel, “sería inaceptable para un banco comercial como Santander”.
El coste de esa contratación ha servido como argumento para dar marcha atrás en el fichaje del banquero italiano como consejero delegado, un cargo que continuará ocupando José Antonio Álvarez, que también es vicepresidente del consejo.
En cuanto a Popular, Botín confía en que la integración de su red de oficinas concluya en julio de este año. Dicha operación supondrá ahorros de 250 millones de euros, en comparación con los costes de 2018. No obstante, queda pendiente la negociación con los sindicatos que comenzará después de la Semana Santa.
En ese sentido, el plan presentado por la entidad hace unas semanas contempla ahorros totales de 1.200 millones de euros que, excluyendo la parte del Banco Popular, se realizaría a través de la “optimización” de los recursos de tecnología y operaciones, ha precisado Botín.
La presidenta del grupo se ha referido al ciclo electoral que acaba de iniciarse. En su discurso, ha apuntado como primera prioridad la educación: “No lo es todo, pero lo es casi todo”. “Gane quien gane, gobierne quien gobierne, necesitamos un compromiso permanente con la educación”, ha aseverado.
Para mantener ese compromiso, Botín apunta que se necesita “una economía fuerte”. Ha avisado de que la justicia social y la igualdad de oportunidades precisan primero de crecimiento económico. Además, necesita de otros tres pilares: la sostenibilidad presupuestaria, la suficiencia y la sostenibilidad de las pensiones, y la estabilidad institucional.
“Necesitamos huir del cortoplacismo”, afirma Botín, que también ha puesto el foco en que se produzca “un pacto por el crecimiento inclusivo”. A la vista de la fragmentación política de la que hablan las encuestas, ha reclamado a los dirigentes políticos “responsabilidad y madurez”. Con respecto a los distintos movimientos antieuropeístas, asegura que “Europa es la solución y no el problema”.
Del Brexit ha dicho que es “nuestro canario en la mina que nos avisa de los peligros que pueden venir si ignoramos estas oleadas o minimizamos las preocupaciones” de las personas sobre su futuro.
Medidas de sostenibilidad
Entre los anuncios que ha realizado Botín, destacan los que tienen que ver con la sostenibilidad. “Apoyamos la transición a una economía baja en carbono y la lucha contra el cambio climático”, ha reconocido la presidenta.
Así, el banco adquiere dos compromisos en esa línea: eliminar todos los plásticos de un solo uso en sus edificios de aquí hasta 2021, así como alcanzar un 60% de consumo de energía de fuentes renovables, hasta llegar al 100% en 2025.
Desafíos a corto plazo
Por su parte, Álvarez se ha centrado en los retos que enfrenta la entidad. Uno de ellos es la “necesidad de digitalizarse”, en un sector en el que las novedades tecnológicas están endureciendo la competencia. Por ello, para Álvarez es importante “establecer unas reglas de juego justas”. No obstante, la inversión de más de 20 mil millones en digitalización servirá al Santander a mejorar su eficiencia, así como a aumentar la vinculación con sus clientes.
El segundo aspecto que ha destacado el consejero delegado hace referencia a la regulación. Desde su punto de vista el sector financiero puede tener mayores costes y “menor capacidad competitiva” si se producen “excesos de burocracia”.
Por último, ha hecho referencia a la necesidad de construir “un mercado bancario único en Europa“. El Banco Central Europeo ha señalado reiteradamente que el sector debe navegar hacia un menor número de bancos con mayor tamaño. Sin embargo, el ecosistema actual impide “aumentar sus economías de escala”, ha razonado Álvarez. Es por ello que aunque “seguiremos viendo adquisiciones y fusiones en el ámbito local”, la consolidación del sector requiere la consolidación de la Unión Bancaria.