Las elecciones generales españolas arrojaron el domingo como claro ganador al Partido Socialista (PSOE), pero la necesidad de alcanzar pactos con otras fuerzas para mantener la gobernabilidad del país en un arco parlamento altamente fragmentado genera dudas sobre las políticas económicas y fiscales que finalmente se aplicarán. El PSOE obtuvo 123 de los 350 escaños […]
NacionalDirigentes Digital
| 29 abr 2019
Las elecciones generales españolas arrojaron el domingo como claro ganador al Partido Socialista (PSOE), pero la necesidad de alcanzar pactos con otras fuerzas para mantener la gobernabilidad del país en un arco parlamento altamente fragmentado genera dudas sobre las políticas económicas y fiscales que finalmente se aplicarán.
El PSOE obtuvo 123 de los 350 escaños del Congreso, lejos de la cifra mágica de 176 que le habría otorgado la mayoría absoluta y, por lo tanto, de la vía libre para aplicar su propio programa, que entre otras cuestiones apuesta por una reforma fiscal que grave más a las grandes empresas y una tasa a las transacciones financieras.
El líder socialista, Pedro Sánchez, es el único que puede tratar de formar gobierno, y los números para un Ejecutivo estable cuadrarían si alcanzara un pacto con el partido liberal Ciudadanos, aunque durante la campaña Sánchez y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha rechazado tal posibilidad.
“Más allá de Ciudadanos, las coaliciones se vuelven muy complicadas para el PSOE, debido a las cifras en el Parlamento entre los partidos más pequeños”, dijo Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments.
Incluso sumando a la formación de izquierda Unidas Podemos (42 escaños), el Partido Nacionalista Vasco (PNV, 6 escaños) y otros pequeños grupos, el PSOE no alcanzaría los 176 escaños, abocándolo a un gobierno en minoría que requeriría de pactos puntuales para sacar adelante cada legislación.
Los expertos consideran que, con los comicios europeos y municipales de mayo a la vuelta de la esquina, las negociaciones para formar gobierno en España se extenderán en el tiempo mientras se aproxima una nueva campaña electoral.
“Podríamos, por tanto, necesitar bastante tiempo para ver una resolución, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos las elecciones autonómicas y de las europeas el mes que viene”, añadió Kelly.
“Esto significa que podríamos ver más inmovilismo político en España. La buena noticia es que la economía española ha resistido bien incluso en este período de crecimiento más débil y las reformas estructurales que se pusieron en marcha después de la crisis deberían apoyar este crecimiento”, dijo la analista.
Otros expertos consideran que una coalición de múltiples partidos podría dar lugar a un gobierno central débil. En este contexto, “la capacidad para aplicar reformas que aborden las vulnerabilidades económicas subyacentes del país -una deuda pública elevada, retos en el mercado laboral y baja productividad- es limitada”, dijo Alvise Lennkh, analista de ScopeRatings.
Las elecciones también constataron el derrumbe del conservador Partido Popular, que pasó de los 137 escaños de las elecciones de 2016 a 66 en estas últimas, y el auge del partido de derecha Vox, que irrumpió en el Congreso con 24 diputados.