Los Objetivos de Desarrollo Sostenible han espoleado a las empresas a reformar sus modelos de negocio. De hecho, ese proceso va ahora “más rápido que nunca”, tal y como expresó la Alta Comisionada para la Agenda 2030 del gobierno español, Cristina Gallach, en un evento sobre Sostenibilidad organizado por la CEOE y la Embajada de […]
NacionalDirigentes Digital
| 06 jun 2019
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible han espoleado a las empresas a reformar sus modelos de negocio. De hecho, ese proceso va ahora “más rápido que nunca”, tal y como expresó la Alta Comisionada para la Agenda 2030 del gobierno español, Cristina Gallach, en un evento sobre Sostenibilidad organizado por la CEOE y la Embajada de Países Bajos en España.
En cierto modo, la sostenibilidad tiene que ver con el retorno a costumbres y principios de antaño. Reutilizar, reparar o recuperar materiales son otras de las vertientes que incluye la economía circular, que va mucho más allá de lo que implicar reciclar, en opinión del máximo responsable de Política Medioambiental del gobierno neerlandés, Roald Laperre, según expresó en el mismo foro.
En ese contexto, el sector textil es uno de los que tienen una mayor dificultad para adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales. Como explicó Pierre Hupperts, asesor del Consejo Económico y Social y presidente del acuerdo textil holandés en conducta empresarial, una alimentación que respeta los principios de la sostenibilidad es más fácil de percibir para el consumidor, lo que no ocurre con el sector textil. Esto ocurre porque el consumidor no demanda lo mismo que el ciudadano.
El “sector enfermo” textil
No obstante, Hupperts abundó en que ese sector tiene desafíos “sistémicos” que nacieron antes de que se demandara una transformación ecológica. De hecho, el asesor holandés cree que se trata de un “sector enfermo” que debe liderar el cambio. Así, pidió a las empresas y al gobierno para reaccionar ante las demandas sociales y medioambientales.
Sus ideas se contrapusieron con las de distintos portavoces de importantes empresas textiles españolas, y también con las de Lucia van Westerlaak, asesora de RSC de la Federación de Sindicatos Neerlandesa. Van Westerlaak puso como objetivo que la transición hacia una economía más sostenible sea justa para todos los sectores y que el coste se comparta. Asimismo, cree que las empresas actuales aún están lejos de tener una producción como la que se reclama.
Por su parte, los responsables de sostenibilidad y responsabilidad social de El Corte Inglés, Tendam (antigua Cortefiel) y C&A, señalaron los retos que enfrenta su sector. Ana Fombella, de Tendam, señaló la producción responsable como “una cuestión de supervivencia” para su sector. En ese sentido, el desafío consiste en ofrecer un buen producto con los parámetros que exigen los ciudadanos, que son tanto económicos como medioambientales. Además, cree que en los próximos años se debe apostar por democratizar la moda sostenible y hacerla más accesible para todo tipo de consumidores.
Aleix Busquets, de C&A, coincidió en los retos señalados por Fombella. Cree necesario avanzar en tecnología y en la creación de sinergias en el sector. No obstante, en su caso recalcó la conveniencia de “educar a consumidores y a proveedores” para que entiendan por qué son necesarios los cambios.
Por su parte, Bernardo Cruza, de El Corte Inglés, examinó los movimientos sociales surgidos en los últimos tiempos para reclamar acciones concretas contra el Cambio Climático. Cruza explicó que esas demandas sociales “dan pistas” sobre en qué debe fijarse el sector para cambiar.