Los ajustes para adaptarse al brexit en su filial británica han marcado el tercer trimestre del año para el Banco Santander. Así lo han mostrado sus resultados y en esa línea se ha expresado su consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la presentación a la que ha asistido DIRIGENTES. Así, el beneficio atribuido de los […]
BancaDirigentes Digital
| 30 oct 2019
Los ajustes para adaptarse al brexit en su filial británica han marcado el tercer trimestre del año para el Banco Santander. Así lo han mostrado sus resultados y en esa línea se ha expresado su consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la presentación a la que ha asistido DIRIGENTES. Así, el beneficio atribuido de los nueve primeros meses del año alcanzó los 3.732 millones de euros, un 35% menos que durante el mismo periodo de 2018.
En concreto, la dotación que el grupo ha destinado a su filial británica asciende a 1.634 millones de euros de un total de 2.448 millones de euros que se han destinado a saneamientos, de modo que, sin esta cantidad, el crecimiento de los beneficios habría ascendido al 2%, hasta los 6.180 millones de euros. No obstante, solo considerando los costes del brexit, el descenso habría sido del 7% (5.366 millones frente a los 5.742 millones de 2018), en lugar del 35% que anuncia Santander. Es decir, que si no hubiera realizado el ajuste en Reino Unido, el descenso habría sido del 7%. “Tenemos un entorno difícil en base a generación de ingresos”, ha explicado Álvarez, en relación a un tipo de hipotecas que limita su capacidad. No obstante, el segundo espada del banco afirma que no espera un impacto directo del brexit en el negocio del Banco Santander. Asimismo, cree que no se puede inferir claramente que haya habido un crecimiento menor de lo que podría haber sido sin la incertidumbre que ha provocado el brexit.
Preguntado por la situación del negocio bancario, Álvarez ha reflexionado acerca de la alta competitividad del sector. “Nosotros no vamos a comportarnos de forma irracional”, ha contestado, acerca de si la entidad puede elegir una estrategia más agresiva aprovechando su posición de dominio del mercado. En cuanto al cobro de comisiones en los depósitos, el consejero delegado asegura que “no ve” que se puedan extender al cliente de retail, si bien ya lo está realizando con grandes clientes corporativos.
Por otra parte, Álvarez ha descartado que Santander pueda participar en las posibles fusiones que puedan realizarse en España en los próximos tiempos, dada la tendencia hacia la consolidación. “Nosotros ya hemos hecho una fusión”, ha explicado el consejero delegado en referencia a la integración de Banco Popular.
Con respecto a la situación macroeconómica, el CEO de Santander afirma que “las perspectivas de la desaceleración se han confirmado”. “El FMI ha confirmado la desaceleración desde distintos puntos de partida y con distintas intensidades”, ha continuado, por lo que considera que el contexto no es propicio para el negocio bancario, dado que la desaceleración ha provocado la bajada de tipos de interés tanto en Europa como en Norteamérica, si bien Brasil, su principal fuente de ingresos, mantiene unas perspectivas positivas.
No obstante, las perspectivas no implican una revisión de los objetivos del banco. Así, el pay-out continuará situándose entre el 40% y el 50%. Además, tiene previsto incluir una plusvalía de 700 millones de euros por una operación con Crédit Ágricole, por lo que será una cifra a tener en cuenta para la publicación de resultados anual que realizará la entidad a principios de 2020.
En cuanto a la situación política en España, Álvarez ha pedido que el gobierno resultante del 10 de noviembre propicie un entorno de “estabilidad y certidumbre”, puesto que “es lo que interesa a todos los españoles”. “Confío en que haya nuevo gobierno”, ha remachado Álvarez.