La obra nueva vuelve a vivir un repunte. De hecho, según datos del Ministerio de Fomento, entre enero y septiembre de 2019, los visados autorizados para construir viviendas en España alcanzaron las 81.957 unidades, casi un 9% más que en 2018 (75.299). No obstante, el sector inmobiliario se enfrenta a un nuevo paradigma durante la […]
NacionalDirigentes Digital
| 24 ene 2020
La obra nueva vuelve a vivir un repunte. De hecho, según datos del Ministerio de Fomento, entre enero y septiembre de 2019, los visados autorizados para construir viviendas en España alcanzaron las 81.957 unidades, casi un 9% más que en 2018 (75.299).
No obstante, el sector inmobiliario se enfrenta a un nuevo paradigma durante la recién estrenada década. La tecnología aplicada a este sector, Proptech, ha vivido un fuerte desarrollo hasta estos momentos. De hecho, actualmente existen en España 327 startups dedicadas a ofrecer servicios tecnológicos en el Real Estate -propiedad inmobiliaria-, tal y como detalla un análisis del Instituto de Valoraciones.
Esta innovación es una nueva oportunidad para hacer de nuestras ciudades lugares más comprometidos con el medio ambiente. De hecho, la normativa europea Energy Performance of Buildings Directive establece que, para finales de 2020, “todos los nuevos edificios deberán tener un consumo energético nulo”. Es decir, deberán abastecerse con fuentes de energía renovables.
Y es que desde el Instituto de Valoraciones explican que hoy día, a la hora de elegir vivienda, se tienen en cuenta factores ligados a la economía doméstica pero también al respeto por el medioambiente como son la sostenibilidad y el ahorro energético: “Los procesos de construcción y los materiales son más sostenibles y las casas son más eficientes, llegando a reducir hasta un 80% el consumo energético y en un 40% la demanda de agua“.
En este escenario aparecen nuevas fórmulas. Una de ellas es el Passivhaus o casa pasiva. Se trata de un “estándar de construcción nacido en Alemania en 1991 que se ha ido extendiendo por el resto del mundo. Combina un elevado confort interior con un consumo de energía muy bajo y un precio asequible, gracias al máximo cuidado de la envolvente del edificio y a un sistema de ventilación controlada“, explican desde la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), asociación sin ánimo de lucro que promueve los edificios pasivos de España a través de sus delegaciones.
El paso siguiente es la construcción de edificios positivos, que acumulan o generen energía no sólo para su autoabastecimiento, sino para los propios hogares.
La vivienda del futuro quizás no son como imaginábamos. El ciudadano de a pie no verá un edificio con un diseño imposible al girar cada esquina. Pero la modernidad está ahí: en el respeto al medioambiente.