Ya no vale que “inventen ellos”, los españoles quieren su parte de la tarta de patentes y licencias para tener músculo en un mercado muy apetecible a largo plazo. La adquisición de la alemana Riemser Pharma por parte de Esteve ha sido una de las últimas operaciones más llamativas. La empresa catalana con sede en […]
NacionalDirigentes Digital
| 04 feb 2020
Ya no vale que “inventen ellos”, los españoles quieren su parte de la tarta de patentes y licencias para tener músculo en un mercado muy apetecible a largo plazo. La adquisición de la alemana Riemser Pharma por parte de Esteve ha sido una de las últimas operaciones más llamativas. La empresa catalana con sede en Barcelona llega ya a 2.300 empleados y una facturación anual de 758 millones de euros. Riemser le aporta conocimiento y experiencia en el mercado hospitalario europeo, además de presencia farmacéutica en cuatro de los grandes mercados del continente: Alemania, Reino Unido, Francia y España. “La presencia y las instalaciones de Riemser nos proporcionan una palanca de crecimiento considerable”, dice el CEO de Esteve, Staffan Schüberg.
Los lazos entre España y Alemania en temas farmacéuticos ya tienen una larga tradición, pero se hacen cada vez más fuertes, también a nivel de búsqueda de talentos e intercambio de conocimiento. Dentro de las empresas españolas ya hay muchos directivos alemanes y en Alemania trabajan cada vez más investigadores y comerciales españoles, como por ejemplo en Merck. La española Belén Garijo, licenciada en medicina, es miembro del consejo de dirección de esta empresa familiar y al mismo tiempo es una de las mujeres mejor pagadas en Alemania. Su salario se estima en 5 millones de euros al año con lo que supera a muchas remuneraciones de hombres en esta función.
Con esta compra de Riemser por parte de Esteve Cataluña se refuerza como centro de investigación y excelencia en temas de salud. La región ya es cluster en biomedicina generando más de 31 mil millones de euros al año. Lo bueno es que el 91% de esta estructura empresarial son startups o Pymes que a largo plazo tienen un gran potencial de crear algo como el famoso “Mittelstand” alemán: una estructura industrial sólida que permite a España, igual que a Alemania, ser cada vez más independiente de la coyuntura de sus vecinos. Es por este cluster que Novartis ha lanzado en Cataluña su “Cancer start up program” y se ha hecho socio de “Barcelona Tech City”: “Las condiciones básicas de Cataluña son ideales”, reconoce el director de la división de cáncer del grupo suizo en España, José Marcilla. Barcelona tiene uno de los mejores hospitales del sur de Europa. Sus centros de investigación son gracias a la ayuda del Estado español y también por el apoyo de fundaciones como la de La Caixa, referencia en el sector. Una razón por la que Almirall, experto en enfermedades de la piel, invierte en la región con otro startup acelerador, su “Digital Garden”, dentro de la iniciativa privada de investigación, “Barcelona Health Hub”. Hace poco Almirall ha comprado la biotech americana “Bioniz Therapeutics” valorada en 62 millones de dólares.
Gracias al creciente interés de la inversión privada, el sector español tiene músculo financiero. Las previsiones para 2020 apuntan al mantenimiento de la actividad de M&A en línea con 2019 que era de acuerdo con la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI) un año récord con un volumen de 8.500 millones de euros. Entre otras operaciones destacan las de la compra del 100% del Hospital Universitario Infanta Leonor por parte del fondo holandés DIF y la compra de Digest Grup Medic por parte de IDCSalud – Grupo Quirón, participada por el grupo alemán Fresenius. Esta operación igual como la compra de la división de química industrial del grupo farmacéutico Indukern por parte de la alemana Stockmeier demuestran las relaciones estrechas que hay ya en este sector entre los dos países.
Pero la creciente relevancia de la industria en España no solo es cuantitativa, sino también cualitativa, como muestra el hecho de que, según datos del INE, las exportaciones farmacéuticas suponen ya el 25% del total de las ventas internacionales en el segmento de productos de alta tecnología. Dentro del país las ventas de la industria farmacéutica y química crecieron en 2018 un 13,5 por ciento hasta alcanzar los 78.593 millones de euros. El gasto farmacéutico público en España ha aumentado desde 2013 un 14%, aunque queda todavía lejos de los niveles de antes de la crisis de 2010. Según Alberto Giménez de la Fundación “Economía y Salud” el modelo de la sanidad pública y su gran calidad que ya se reconoce a nivel internacional atribuye a que otros sectores relacionados también crecen como la biomedicina y el sector farmacéutico: “Ayuda que hemos heredado un sistema muy centralizado dónde se han integrado protocolos y estándares bastante similares, aunque existen todavía diferencias importantes entre las comunidades autónomas”. El prevé más negocio en el segmento de “E-health”: “La tecnología y teleasistencia es muy importante para un país con la mitad de densidad de población que Alemania”, dice Giménez.
Los avances en “E-health” ayudan a ahorrar costes y posiciona España como uno de los países en el mundo con menos gastos por cápita teniendo al mismo tiempo la esperanza de vida más alta en Europa. “Es un sector en expansión, que en los últimos tres años ha doblado su tamaño debido al crecimiento de los dispositivos móviles, el envejecimiento de la población, la escasez de profesionales sanitarios y la necesidad de mejorar la atención”, señala el experto del EAE Business School, Rafael Fraile.
Fuente: EAE Bschool, Madrid
Giménez de la Fundación “Economía y Salud” cree que con todas las posibilidades de la inteligencia artificial veremos en un futuro otra vez una vuelta a casa de la sanidad y todos los servicios relacionados: “Muchos tratamiento y asistencias se van a desarrollar en las casas y también vamos a dar luz otra vez en casa en algunas partes de España, dónde no hay infraestructura de hospitales o residencias”, cree Giménez.