Con la publicación de la veintena de actividades económicas consideradas como esenciales, se ha dado un paso más hacia la paralización de la economía, con lo que nuevos sectores se han visto obligados a cerrar sus negocios. A la espera de las medidas que se aprueben en el Consejo de Ministros de hoy, DIRIGENTES habla […]
NacionalDirigentes Digital
| 31 mar 2020
Con la publicación de la veintena de actividades económicas consideradas como esenciales, se ha dado un paso más hacia la paralización de la economía, con lo que nuevos sectores se han visto obligados a cerrar sus negocios.
A la espera de las medidas que se aprueben en el Consejo de Ministros de hoy, DIRIGENTES habla con Jorge Segura, economista y co-creador de Uncommon Finance para conocer si el impacto del virus derivará en una recesión, cuál es la situación del país respecto a otros como EEUU, qué ocurrirá con la España vacía o cómo será el día después.
¿Cómo valora el impacto de la crisis sanitaria en España? ¿Está de acuerdo con las previsiones que se están haciendo de que va a haber una recesión en España tras este problema?
Como el problema ha sido tan rápido, las estimaciones son difíciles. A nivel agregado tenemos los indicadores adelantados de los índices de compra, los PMI de Alemania y Francia. Son unas encuestas que hacen a los gestores de compras de las empresas y con eso hacen una aproximación. Eso tiene mucha correlación con el PIB.
Por supuesto, vamos a entrar en recesión, lo que no se sabe es cómo va a ser o cuánto va a durar. Los periodos de recesión y de caídas bursátiles tienen cosas comunes, pero cada crisis incorpora algo nuevo. Entonces, la actual lo nuevo que tiene es que la actividad está paralizada porque estamos confinados, lo que se mezcla con unos elementos de política monetaria que hacen que todo haya ido mucho más rápido y es un poco nuevo.
La contracción va a ser enorme y por bajarlo un poco a la empresa española, sobre todo a la pyme, el problema que van a tener aquellas empresas es que no tienen liquidez. Dejan de tener pedidos, dejan de ingresar dinero y muchas van a tener que cerrar.
Si no hay una respuesta muy rápida por parte del Gobierno para empezar, para que haya una moratoria de pago de impuestos y que abran las líneas de financiación avaladas por el Estado en los bancos, van a tener que cerrar muchas empresas.
La pyme tiene liquidez para muy poco tiempo. Y además en España tenemos la particularidad de que se suele pagar a 60 o 90 días, entonces se necesita constante financiación para el circulante.
Mi intuición es que va a haber empresas de sectores que van a desaparecer y que no volverán a abrir, luego otras sobrevivirán y algunas saldrán reforzadas, sobre todo las que tienen que ver con las tecnologías.
¿Qué ocurrirá en la España vacía y los pequeños pueblos?
Cuando sales de las grandes ciudades, el panorama va a ser todavía peor. En 2008 tuvimos la gran crisis y hubo sectores enteros que se tuvieron que adaptar y otros que aún no lo hicieron y esta crisis va a terminar de dar ese cambio.
Una de las paradojas que se dan con la economía digital: somos digitales pero la realidad es que a nivel físico, todo se está concentrando en las grandes ciudades y se está despoblando. Con la crisis se va a acelerar cada vez más la paradoja de que vamos concentrándonos en núcleos y el resto se va vaciando por un tema de economía de escala que es uno de los puntos fundamentales de la economía digitalizada, por decirlo de alguna manera.
Si entras en LinkedIn, solo se buscan desarrolladores de código y comerciales. A partir de ahí, hay un desierto. Por ejemplo, el comercio tradicional ha desaparecido mucho por el efecto del e-commerce y todo el mundo tiene acceso a productos de calidad a menor coste.
Respecto al comercio electrónico, con la pandemia se está potenciando todavía más ante con el cierre de comercios, ¿qué ocurrirá con el retail y los comercios pequeños cuando finalice este problema?
La forma de comprar y las relaciones de negocio también van a cambiar. Por lo menos en los primeros meses. Con la economía digital e intangible necesitas un centro logístico y al final todo se basa en economía de escala y va ganando la que puede competir en márgenes y van desapareciendo el resto. Con lo cual, los grandes se hacen más grandes y el resto desaparecen.
También será una época de oportunidades, pero el problema que hay ahora es que hasta que se reactive todo esto, necesitamos liquidez.
Ahora en los mercados hay mucha liquidez, pero está distribuida de manera deficiente. Casi todo el dinero que se ha ido inyectando desde los bancos centrales ha ido a la renta variable y al inmobiliario, que son los activos que dan rentabilidad. Con lo cual, nos encontramos que los mercados se han inundado de liquidez, pero ahora mismo no hay porque está concentrada en muy pocos espacios. El problema que hay ahora es sobrevivir hasta septiembre.
Al relación a las medidas económicas aprobadas por el Gobierno hasta ahora, ¿qué opina sobre ellas?
Las medidas son de risa. Yo creo que el trabajador que tiene nómina y está en casa todavía no se está enterando mucho porque aún le está llegando su salario. Solo hay que ver lo que ha hecho Alemania y Francia. Alemania por cultura son muy austeros, pero han tirado la casa por la ventana porque se han dado cuenta de que su economía colapsa.
A los autónomos, por ejemplo, les dan la ayuda si bajan al 75% sus ventas, directamente si pasa eso cierro y me doy de baja.
A todo esto, 200 mil millones que resulta, que 100 mil son unos avales, o sea que no es liquidez. A ver cómo hace esto el Estado con los bancos, porque todo esto ahora hay que “montarlo”. Y de los otros 100 mil, 86 son del sector privado. Hay muchos tipos de medidas, pero yo me quedaría con dos.
La primera sería un real decreto donde el Estado obligue a la banca a hacer préstamos y avalado por el Estado. Abrimos 200 mil-500 mil millones con una serie de criterios para cada empresa cuando vaya al banco. Esa es la medida más inmediata.
La segunda es aplazar impuestos. El Gobierno no quiere porque ellos se quedan sin flujo de dinero. Lo que está diciendo el Ejecutivo es “yo no te voy a aplazar los impuestos, lo que vas a hacer es irte al banco, pides financiación, pero tú me pagas a mi por adelantado”.
Serían esas dos: aplazar impuestos X meses, no perdonarlos, y luego abrir una línea o real decreto avalada por el Estado a través de los bancos comerciales para financiar la no actividad de estos meses. Porque a todo esto, las empresas dejan de funcionar porque hay un estado de alarma que no te lo permite.
En el fondo, es más barato que lo que puedan hacer después, si no hacen esto, va a haber muchos más parados, va a haber industrias que no se van a recuperar. Todo eso tiene un coste a medio plazo mucho mayor y son dos medidas muy comprensibles y que lo pueden hacer ya.
¿Cómo percibe la situación de EEUU?
En EEUU, tienen una cosa buena y otra mala. No están preparados para esto porque es una cultura muy individualista y no están acostumbrados a tener agresiones de fuera. Va a ser un descontrol absoluto, pero lo bueno que tienen es que rectifican muy rápido y tienen una política monetaria-fiscal unificada. Por ello, en cuanto ven que esto se desborda salen y de manera homogénea hacen lo que tienen que hacer.
En cada sitio va a ser distinto, también lo es en Asia por razones económicas, culturales o sociales. El problema que hay en Europa, sobre todo en España, es que todo va lentísimo. Ya va más lenta que Alemania y Francia.
Estamos centrados en la pandemia sanitaria. Pero, ¿qué pasará el día después? ¿Evidenciará aún más el problema económico?
El problema que puede surgir, es que si el Gobierno no actúa rápido, en la primera semana de abril va a ser un caos. A ver cómo gestionan todos los pagos para la gente que está en casa o en un ERTE… y cuando llegue el pago de impuestos, a ver qué pasa. Si realmente hay trabajadores o gente que se queda sin cobrar, ahí es cuando van a llegar los problemas de verdad. Ahora estamos como “anestesiados” por el tema sanitario en casa.
¿El panorama puede ser esperanzador?
Hay dos niveles: el de cortísimo plazo que es el de supervivencia, el de la liquidez. Y el de medio plazo, en el que nos abrimos a una realidad un poco distinta y donde van a cambiar cosas y donde va a haber oportunidades también.