Que 2020 será un año de cambios en todos los aspectos nadie lo duda. A los ya tradicionales se sumarán los emergentes como de qué manera abordar el cambio climático o la lucha por los recursos naturales cada vez más escasos y progresivamente más localizados en ciertas áreas. Para el experto en inteligencia económica, Fernando […]
NacionalDirigentes Digital
| 02 ene 2020
Que 2020 será un año de cambios en todos los aspectos nadie lo duda. A los ya tradicionales se sumarán los emergentes como de qué manera abordar el cambio climático o la lucha por los recursos naturales cada vez más escasos y progresivamente más localizados en ciertas áreas. Para el experto en inteligencia económica, Fernando Cocho, se añaden otros problemas que todavía no tenemos tan presentes en la agenda: “En mi opinión el 2020 será un año de grandes cambios geopolíticos que llevan larvados varios años, la polaridad se rompe y los ejes de colaboración tradicionales también, aparecen ejes nuevos según zonas de influencia económica y cultural. Rusia y las exrepúblicas; Irán y sus 14 fronteras; China y su peso asiático”. Sin embargo, también tenemos que asumir la pérdida de ejes transatlánticos y también podemos perder el puente entre la UE y Reino Unido. “La creciente inestabilidad geopolítica me hace recordar la década de finales de los 70 y principios de los 80”. LATAM vuelve a ser inestable, mientras África cada vez más se vuelve a rebelar como la despensa en un nuevo neocolonialismo en este caso de recursos naturales, tierras cultivables y por supuesto materias primas.
Para Cocho las guerras comerciales con empresas punteras a la cabeza en tecnología o en desarrollo de nuevas patentes serán sin duda el caballo de Troya más relevante en 2020. La llegada de Tesla con su giga-fábrica en Berlín y la cruzada continuada de China para hacerse con joyas europeas será el inicio de una batalla entre la Unión Europea, China y EEUU por el liderazgo en inteligencia artificial y las tecnologías verdes. Cocho teme las intenciones de China: “Ya es la primera potencia del mundo en economía y en producción diversificada y veremos qué le interesa al nuevo “imperio” en breve. Fue un error pensar que ellos juegan con las mismas reglas que el resto del mundo, aunque sí usan nuestro juego limpio en su beneficio”. Dejando lo económico a parte muchos nos preguntamos con miedo: ¿Habrá más atentados en 2020?: “Sin duda, bien derivados de los conflictos olvidados como el de Yemen, bien por acciones de radicalización política e ideológica, pero creo que las acciones en suelo europeo serán numéricamente inferiores a años anteriores, gracias a la cooperación internacional”.
La buena noticia que nos trae todavía 2019: “ISIS/DAESH está derrotado como tal y por ello mutará a un terrorismo más focalizado en acciones dispersas y que busquen titulares. Mientras sus “franquicias” en África o el sudeste asiático cobran cada vez más poder y las acciones tímidas y no intervencionistas de los países contra estos grupos harán que su lucha cada vez sea más compleja”. Otro tema por resolver es la OTAN y su enorme gasto financiero. ¿Podemos realmente renunciar a este organismo?: “No debemos, pero sin cambiar y reformular tanto su estructura como su financiación está condenada a ser un gigante inoperativo y con pies de barro”. Otro riesgo representa la inmigración no controlada que no se detendrá con los cada vez más evidentes efectos negativos del cambio climático. La no inversión y ayuda a los países oriundos de esta inmigración hará que en breve se convierta en un riesgo para la seguridad a nivel europeo: “El riesgo no es que se infiltren terroristas, el riesgo es de carácter humanitario, de recursos, de conflictos legales y sociales, de pobreza instalada por la inmigración no regulada. Y eso será una bomba contra nuestro ordenamiento jurídico y sobre todo un reto demográfico”.
Por todo ello, en esta nueva década serán necesarias políticas sociales adecuadas, de integración y evaluación de la misma manera rigurosa: “Es la única forma de asimilar las diversas culturas e imbuirlas de democracia para que ellos mismos sean los que la fortalezcan”, dice el experto en inteligencia. Debemos aprender de los errores de las neocolonizaciones y de las acciones represivas y cambiarlas por políticas de cooperación y anticorrupción en los países de origen. “La cooperación directa y honesta es la mejor arma, la integración y asimilación es la mejor herramienta contra la radicalización.” Hay riesgo de que 2020 sea como la década de los años 30 del siglo XX en Europa si no intervenimos de forma eficiente. Pero ahora que hay un programa de Gobierno muchos españoles se preguntan si la nueva política nacional podría ser también un peligro para nuestra seguridad: “Depende de a quién se le pregunte. Es un Gobierno que sale de las urnas y que sin duda tiene una agenda y hoja de ruta que un porcentaje muy amplio de la ciudadanía no comparte, y esto provocará fractura social y política. Esa agenda explícita nos puede llevar a una España Federal, a una nueva República o a una fractura social muy fuerte. Sin embargo también es posible que la sociedad, tras una primera convulsión, se adapte”.