Barbara Gradzik, CEO y fundadora de Bblandia lleva tres semanas en casa. A mediados de marzo le diagnosticaron COVID-19, aunque en su centro de salud no le pudieron hacer la prueba porque ni siquiera tenían trajes, guantes ni el mínimo material de protección, cuenta esta empresaria a DIRIGENTES. Además, la afección se ha agravado porque […]
NacionalDirigentes Digital
| 01 abr 2020
Barbara Gradzik, CEO y fundadora de Bblandia lleva tres semanas en casa. A mediados de marzo le diagnosticaron COVID-19, aunque en su centro de salud no le pudieron hacer la prueba porque ni siquiera tenían trajes, guantes ni el mínimo material de protección, cuenta esta empresaria a DIRIGENTES. Además, la afección se ha agravado porque se ha acabado convirtiendo en una bronquitis: “Estoy en casa porque los hospitales están como están”.
En su caso, los síntomas reflejan que el virus muta y es capaz de complicar la vida a cualquiera “Te puede dar fiebre, bajada de temperatura… Mi médico dice que estoy sin defensas”, confiesa Bárbara. Ya la han avisado, si se complica aún más, tendrá que ir directamente al hospital, pero de momento solo toma paracetamol.
Al margen del problema de salud, tiene que enfrentarse al desafío de mantener a flote su negocio que, como todos los pequeños negocios españoles, pasan por una situación límite. Después de 12 años (abrió en 2008, en plena crisis), esta emprendedora teme tener que cerrar, pero se resiste: “Voy a luchar como pueda porque sería una pena cerrar después de haber creado un proyecto como este durante 12 años”.
En concreto, su compañía se dedica a proporcionar productos para bebés. Sus clientes tienen unas necesidades muy concretas, dada la urgencia de las mujeres embarazadas. “Recibimos peticiones y mensajes tremendos de madres que nos piden productos porque dan a luz la semana que viene”, explica.
A pesar de que la tienda física de Bblandia está cerrada, como la mayoría de los pequeños comercios españoles, el negocio continúa en marcha porque el comercio electrónico es uno de sus pilares. Esta actividad es una de las que se han incluido como esenciales, según el Gobierno, aunque la propagación del virus se lleva notando desde antes de la declaración del Estado de Alarma.
Hasta entonces, registró “una fuerte bajada de ventas” y, de hecho, en febrero descendieron las ventas en torno al 30% para esta empresa que factura en torno a 1,5 millones de euros. No obstante, en las últimas semanas Bblandia ha comenzado a remontar, con el soporte de su servicio online y tratando de proporcionar sus productos respetando todas las normas sanitarias.
Sin embargo, espera no poder volver a la normalidad, como mínimo, hasta el 30 de abril, aunque “hay quien estima hasta el 30 de mayo”, avanza la fundadora. En esta situación, los problemas económicos se agudizan. “Tengo que pagar 20.000 euros en nóminas, eso es lo que me preocupa”, razona, en referencia a las moratorias que se han anunciado para autónomos y pymes.
Por otro lado, se queja de que hay una gran incertidumbre, puesto que los créditos del ICO se anunciaron el último día de marzo, y de esos 200.000 millones de euros que anunció Sánchez, de momento solo se han destinado 10.000 millones, un 5%, para pymes y empresas. “Si no estás generando no facturas, ¿cómo narices lo pagas”, se pregunta Gradzik.
Además, a los problemas económicos se suma la inquietud de los empleados. “Hace tres semanas que no los veo cara a cara. La gente tiene mucho miedo de perder el trabajo, de cobrar… Es complicado transmitirles calma y que estén tranquilos”, reconoce. En su caso, han sido los propios trabajadores y la empresa quienes han fabricado sus propias mascarillas para seguir en marcha: “Nos estamos apañando con lo que cada uno tenía en casa”.
Por ello, esta emprendedora reclama una reacción más rápida y decidida por parte del Gobierno. “Sería una pena que todo se fuera al traste por culpa de una mala gestión”, comenta, a la vez que solicita “parar absolutamente todo”, en lo que se refiere a la actividad productiva y también a los pagos de empresas y autónomos.