La segunda semana de marzo podría bautizarse como la “Semana del papel higiénico” por las escenas que se vieron en los supermerados españoles. Los consumidores reaccionaron de manera instantánea a las primeras noticias preocupantes acerca de la expansión del coronavirus en España. En aquel momento, “se produjo una afluencia de público anormal en los supermercados“, […]
NacionalDirigentes Digital
| 02 abr 2020
La segunda semana de marzo podría bautizarse como la “Semana del papel higiénico” por las escenas que se vieron en los supermerados españoles. Los consumidores reaccionaron de manera instantánea a las primeras noticias preocupantes acerca de la expansión del coronavirus en España.
En aquel momento, “se produjo una afluencia de público anormal en los supermercados“, tal y como la describe Felipe Medina, secretario general técnico de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS). En sus respuestas a este medio, clarifica que la situación se ha normalizado tras la demostración de que el sector puede abastecer a la población.
Se trata de uno de esos sectores que van a continuar en funcionamiento sí o sí, a pesar de la confusión que generó la paralización de las actividades no esenciales. Las empresas de distribución están afrontando la crisis “con un gran sentido de la responsabilidad”, dice Medina, a la vez que dan trabajo a 400.000 empleados, dentro de los 2,6 millones de personas que trabajan en las distintas fases del sector agroalimentario.
En total, 24.300 supermercados e hipermercados siguen dando servicio a los consumidores, además de los 30.000 pequeños comercios de alimentación. No obstante, la situación ha cambiado desde esos primeros instantes en los que se impuso el pánico. Patricia Daimiel, managing director de Nielsen en España y Portugal, explica que, tras momentos en los que las ventas en el gran consumo crecieron un 8%, el consumidor español ha modificado el volumen y la variedad de su compra.
Esta evolución ha pasado desde los productos de higiene y alimenticiios no perecederos, hasta la restricción del gasto ante la incertidumbre económica o la compra de productos como aperitivos, snacks y bebidas que hagan más llevadera la cuarentena. Otro cambio es que el abastecimiento por medio de canales online se ha incrementado por encima del 30%.
Hasta la fecha, Medina da fe de esos cambios en el consumo. “A raíz de la declaración del Estado de Alarma se ha notado una menor afluencia a las tiendas“, explica. Ahora, los consumidores están “haciendo una compra responsable, adquiriendo los productos necesarios sin acaparar ni realizar compras extraordinarias”. De momento, desde ASEDAS no se aventuran a decir si se producirán cambios en los hábitos de consumo una vez pase la crisis.
No obstante, en opinión del secretario técnico de la asociación, el sector ha logrado calmar los ánimos de la población. “Los consumidores pudieron comprobar que día tras día se reponía el producto en los lineales”, comenta Medina, y sentencia que “no hay peligro de abastecimiento en alimentación”.
En estas circunstancias, “la cadena agroalimentaria está demostrando una gran eficiencia“, afirma Medina. Una de sus claves es el “buen funcionamiento de la cadena agroalimentaria”. En España hay 400 plataformas logísticas repartidas por todo el territorio, de modo que los proveedores pueden hacer llegar sus productos en menos de 24 horas, gracias a que dicha distribución tiene una “gran capilaridad y eficiencia”.
Por ello, entre las reclamaciones del sector se encuentra “mantener la actividad de la industria auxiliar y atender a los sectores más afectados como son la distribución mayorista (…) y a la minorista emplazada en zonas turísticas”. En ese sentido, la principal petición es que “se ponga en valor y se dé apoyo moral y legislativo” a las empresas privadas consideradas como críticas o esenciales, así como a sus trabajadores y a sus empresarios.