La idea de que este verano los turistas no acamparán en las playas españolas ha pasado de ser un escenario altamente improbable a una realidad. Las declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en las que preveía que viajes, ocio y cultura podrían no arrancar hasta finales de año -avaladas posteriormente por el presidente […]
NacionalDirigentes Digital
| 20 abr 2020
La idea de que este verano los turistas no acamparán en las playas españolas ha pasado de ser un escenario altamente improbable a una realidad. Las declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en las que preveía que viajes, ocio y cultura podrían no arrancar hasta finales de año -avaladas posteriormente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- dibujan un horizonte negro para la principal locomotora de este país.
Con la actividad parada en seco desde hace cinco semanas, la quimera de dar por perdida la temporada turística este 2020 ya es un hecho. El coronavirus se ha llevado por delante el motor económico de España, con una repercusión en las cuentas considerable. En este contexto, la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) ha revisado de nuevo a la baja sus perspectivas – que ya de por sí eran nefastas- para un mercado que genera alrededor del 12% del PIB.
La estimación inicial del lobby turístico tras el decreto del estado de alarma cifraba las pérdidas en 33.000 millones de euros. Todo ello en un extremo adverso que impidiera retomar la actividad hasta verano. Ahora, tras saber que la desescalada en esta industria no se producirá hasta los últimos meses del año, el optimismo ha desaparecido por completo.
En concreto, Exceltur ha fijado la caída nominal del PIB turístico por encima del 81%, con respecto a 2019, lo que se traduce en 125.000 millones de euros, “cifra que ningún sector económico podría resistir, sin verse arrasado antes por el camino”, aseveran. De cumplirse estas previsiones, la organización alerta de que el descalabro de la contabilidad nacional puede ser incluso mayor que el augurado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que sitúa el desplome de este ejercicio para el conjunto de la economía española en el 8%,
Por zonas geográficas, las más perjudicadas por esta situación serán Cataluña y Andalucía, que dejarán de ingresar 25.218 millones y 20.888 millones, respectivamente. Por el contrario, entre las siete regiones más turísticas de este país, el impacto será menor en Islas Canarias (-12.645 millones) y Galicia (-5.686 millones). Sin embargo, al analizar en términos relativos el peso de industria en cada comunidad, las más afectadas serán Islas Baleares (95,2%), Cataluña (83,8%) Andalucía y Comunidad Valenciana (ambas con un 80,9%).