El 2020 pasará a la historia como el año de la pandemia, pero también será conocido por sus devastadores efectos en el mercado laboral. Tras varios años de crecimiento de personas ocupadas, en estos meses se ha producido un cambio de 360º y no solo se ha frenado este incremento, sino que se han perdido […]
NacionalDirigentes Digital
| 22 dic 2020
El 2020 pasará a la historia como el año de la pandemia, pero también será conocido por sus devastadores efectos en el mercado laboral. Tras varios años de crecimiento de personas ocupadas, en estos meses se ha producido un cambio de 360º y no solo se ha frenado este incremento, sino que se han perdido 697.400 puestos de trabajo (-3,5% interanual).
Antes de poner punto y final a este ejercicio, Adecco Group Institute ha presentado el VIII Monitor Anual Adecco de Ocupación, en el cual se subrayan dos principales conclusiones. La primera es que la destrucción de empleo derivada de la pandemia ha “frenado en seco los seis años consecutivos de aumento en la ocupación que venía experimentando el mercado laboral español”. En segundo lugar, ha quedado patente que esta pérdida de empleos ha afectado en mayor medida a los jóvenes. De hecho, el número de ocupados menores de 25 años ha descendido este año en 216.300 personas (-19,1% interanual).
Las previsiones para el cuarto trimestre no son alentadoras. “Acabaremos mal, ya que tendremos un paro del 17% y todo el mundo da por hecho que hasta 2023 no pasaremos a la planta cero”, comenta a DIRIGENTES el director de Adecco Group Institute, Javier Blasco. Por otro lado, la incertidumbre continúa presente y el escenario actual tampoco favorece la reactivación. Habrá que esperar un tiempo para ver si la vacuna es capaz de controlar la pandemia y, por su parte, los fondos europeos también tardarán en llegar.
Por todo esto, Blasco insiste en que “ahora hay que tratar de focalizar las inversiones en salvar lo que se pueda, en recualificar a las personas e impulsar los sectores capaces de tirar del empleo durante el primer trimestre (sanitario, educación, construcción, industria, agroalimentario o servicios) y, a medida que se vayan levantando las restricciones, que hostelería y turismo puedan reactivarse también”. Es más, considera que la capacitación es “uno de los vectores de salvación del país”.
Además de apostar por la formación e invertir en los sectores que puedan empujar la economía, insiste también, sobre todo, en generar confianza en los inversores, emprendedores y en los ciudadanos, porque hay personas que incluso han dejado de buscar empleo. En este sentido, pone en valor las iniciativas propuestas por la patronal CEOE, pero lamenta que es una “voz que no se está teniendo mucho en cuenta”.
Uno de los retos pasa por mantener el tejido productivo, al igual que la figura del emprendedor, del autónomo. Expresa que hay que apoyar al emprendimiento desde el punto de vista técnico, dado que hay bastante desconocimiento de diversas cuestiones (por ejemplo, asesorarles con su plan de negocio): “No basta con tener colmillo comercial o una buena idea”.
El director de Adecco Group Institute habla de hacer una “cirugía”. Es decir, se deben destinar los fondos a los sectores que peor lo están pasando para garantizar su supervivencia. “Hay que establecer soluciones transitorias para esos negocios que se identifica claramente que no van a tener viabilidad” y, para ello, hay que asesorarles para que se puedan reconvertir de alguna forma. Por otro lado, “hay que preparar los sectores que sabemos que se van a reactivar de aquí a tres meses“. A este respecto, explica que no se pueden quedar puestos de trabajo sin cubrir por falta de competencias, por lo que es necesario recualificar a las personas.
Una de las claves de la sostenibilidad de otros ámbitos será la capa digital. Aunque sean negocios que no estén actualmente en crisis, tienen que aumentar su competitividad “En los nuevos sectores de la economía, hace falta invertir en proyectos y soluciones concretas, como desde las organizaciones patronales ya se han presentado documentos, las 21 iniciativas de CEOE”.
Finalmente, otras de las palancas serán el talento y la normativa. Si se consigue establecer un marco regulativo atractivo desde el punto de vista tributario, de visibilidad y normativo, eso atraerá a las personas y tras ellas vendrán las empresas que producirán y generarán beneficios desde España: “Para mí es la cima que tiene que alcanzar nuestro país, en materia de competitividad y del futuro de nuestra economía”.
