El cierre de fronteras y las restricciones impuestas a la movilidad han supuesto un duro golpe para el turismo con caídas en la inversión hotelera. A tenor de los datos recabados por la consultora inmobiliaria CBRE, en 2020 se transaccionaron 77 activos hoteleros que suman más de 6.800 habitaciones y otras 2.000 previstas en edificios, […]
NacionalDirigentes Digital
| 12 ene 2021
El cierre de fronteras y las restricciones impuestas a la movilidad han supuesto un duro golpe para el turismo con caídas en la inversión hotelera. A tenor de los datos recabados por la consultora inmobiliaria CBRE, en 2020 se transaccionaron 77 activos hoteleros que suman más de 6.800 habitaciones y otras 2.000 previstas en edificios, solares y proyectos vendidos. El gran shock económico producido tras la propagación de la COVID-19 a nivel mundial, unido al parón de los meses de confinamiento han provocado un hundimiento en el valor conjunto de estas operaciones, hasta los 960 millones (-61%), frente a los 2.500 millones movilizados en el ejercicio 2019.
“A pesar de la pandemia, desde CBRE observamos cómo gran parte de los inversores, especialmente institucionales, continúan mostrando un elevado interés por el sector hotelero español, acentuado por un entorno de tipos bajos, elevada volatilidad bursátil y la posibilidad de adquirir activos prime y estratégicos a precios más competitivos”, comenta el responsable de Inversiones Inmobiliarias del área de CBRE Hoteles en Europa Continental, Miguel Casas.
Si bien los activos individuales siguen siendo los favoritos, con una cuota del 74% en las inversiones totales, las carteras y portfolios han ganado terreno en los últimos meses con un aumento porcentual de cinco puntos. Llama la atención que, en un contexto marcado por la consolidación del teletrabajo y grandes limitaciones para viajar, la tendencia se ha revertido con respecto al año anterior y el segmento vacacional se convierte en la gran apuesta. Así, pasa de representar el 45% de la inversión en 2019 al 61% el pasado año y deja relegados a un segundo plano a los activos urbanos. Este cambio queda reflejado en la reconfiguración del mapa de nuevos activos con Islas Baleares a la cabeza. El archipiélago ha concentrado el 34% del montante destinado a hoteles en España, seguido de Barcelona (18%) e Islas Canarias (13%), que desplazan a Madrid al cuarto puesto (11%), tras haber sido la región más dinámica en 2019.
En esta línea, los grupos hoteleros han optado por desmarcarse de grandes movimientos, dando lugar a los inversores institucionales como perfil mayoritario, junto a los privados, family office y empresas inmobiliarias o de otros sectores que se han decantado mayoritariamente por establecimientos de cuatro, cinco estrellas y gran lujo. En cambio, los hoteles de tres estrellas apenas alcanzan el 9% de las negociaciones llevadas a cabo.
Sin embargo, estos datos no han impedido que el optimismo se haya abierto paso de manera tímida a lo largo del cuatro trimestre, cuya actividad registrada ha permitido mejorar las expectativas por parte de la firma este 2021, para el que auguran “una actividad transaccional considerablemente superior” que se verá acelerada a partir del segundo semestre.