Hacer previsiones en circunstancias tan inciertas resulta un reto para todo tipo de organismos. No solo porque no hay certeza de lo que puede ocurrir al mes siguiente, sino porque se parte de una base desconocida en los últimos tiempos. En ese sentido, conviene considerar que las proyecciones económicas que se publican desde el FMI, […]
NacionalDirigentes Digital
| 07 abr 2021
Hacer previsiones en circunstancias tan inciertas resulta un reto para todo tipo de organismos. No solo porque no hay certeza de lo que puede ocurrir al mes siguiente, sino porque se parte de una base desconocida en los últimos tiempos.
En ese sentido, conviene considerar que las proyecciones económicas que se publican desde el FMI, la OCDE, el Banco de España y las demás instituciones aspiran a acertar, pero su propósito más bien es dar una idea de lo que puede suceder, de modo que es difícil que se confirmen las previsiones con tanto tiempo de antelación.
En un alarde de triunfalismo, Pedro Sánchez habló de cómo espera el Gobierno que se acelere el proceso de vacunación durante las próximas semanas. Asimismo, aprovechó para adelantar que el FMI había revisado al alza sus proyecciones económicas para España, antes de que estas fueran públicas.
El organismo internacional mejoró en cinco décimas sus últimas previsiones para España. Según el FMI, el PIB de España mejorará un 6,4% en 2021, después de caer un 10,8% en 2020. De esa forma, aún se tardaráhasta 2023 en alcanzar los niveles precrisis.
Lo que también reconoció el presidente del Gobierno es que las proyecciones económicas de los ministerios económicos se pasaron de optimistas hace unos meses. Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos y María Jesús Montero, ministra de Hacienda, presentaron un cuadro macroeconómico que avanzaba un rebote del 7,2% al que podrían sumarse otro par de puntos y medio porcentuales si los fondos europeos se ejecutan en su totalidad. De esa forma, España se acercaría al 9,8%.
Hay que tener en cuenta que estas eran las proyecciones del Ministerio de Hacienda al presentar los Presupuestos Generales del Estado, a finales del 2020. El impulso del plan de recuperación no se contemplaba como una posible ayuda, sino que el Gobierno ha venido comunicando como una certeza, algo que ninguna institución ha considerado en sus previsiones y que incluso podría desaparecer del nuevo cuadro macroeconómico.
La propia Nadia Calviño explicó a principios de semana que es de esperar una revisión a la baja. En parte, como Sánchez, achacó esta revisión a la tercera ola de la pandemia, las restricciones impuestas a causa de ello y también la borrasca Filomena, que han incidido sobre el crecimiento del primer trimestre. “Hemos tenido dos meses muy malos en la actividad económica y en la creación de empleo”, añadió Sánchez. Por eso, vinculan las perspectivas de futuro con la vacunación de una gran parte de la población antes del verano.
En el plan detallado por Sánchez, al menos la población vulnerable sí podría estar vacunada a mediados de junio, lo que puede impulsar que el verano resulte un balón de oxígeno para la economía española. Ese aspecto llevaría a que la española sea “una de las economías desarrolladas que más va a crecer durante el 2021 y 2022”.
Con todo, eso no evitaría un “leve retroceso en el PIB del primer trimestre”, según apunta CEOE en su último informe mensual. “La información disponible muestra una evolución más negativa”, dice la patronal con respecto al consumo en los primeros tres meses del año. A pesar de eso, el tercer mes volvió a relanzarse la actividad en consonancia con la retirada de medidas restrictivas.