Al analizar los efectos de la COVID-19 en el sector de la movilidad, todos los expertos coinciden en la misma idea: ha supuesto un impacto devastador. Tras un año de actividad prácticamente nula, en el que los viajes han sido uno de los puntos críticos, su recuperación no está exenta de cambios a los que […]
NacionalDirigentes Digital
| 27 may 2021
Al analizar los efectos de la COVID-19 en el sector de la movilidad, todos los expertos coinciden en la misma idea: ha supuesto un impacto devastador. Tras un año de actividad prácticamente nula, en el que los viajes han sido uno de los puntos críticos, su recuperación no está exenta de cambios a los que todo el ecosistema debe adaptarse. Algunos de los más llamativos en lo que respecta a los business travel son la mayor complejidad organizativa, el aprovechamiento de las estancias y la necesidad de una garantía en materia de seguridad.
La directora general y socia fundadora de aparca&go, Anna Mascort, comenta que los datos muestran una primera mitad de 2021 “prácticamente perdida”. En su caso, el nivel de actividad de las empresas de su entorno ha sido de menos del 10% de la que se registró en el primer trimestre de 2019. Aun así, desde la compañía se muestran optimistas al haber percibido un claro aumento de las reservas y un crecimiento de la actividad tras meses de bajada, por lo que estiman poder “celebrar cierta recuperación de los viajes” en la segunda mitad del año.
Al centrarnos específicamente en los desplazamientos de negocios, las consecuencias del virus también han supuesto un cambio en los hábitos de consumo. Uno de los más llamativos tiene que ver con la recurrencia. Es decir, en la vida pre-COVID se cogían aviones y trenes para reuniones puntuales, mientras que ahora los viajes de empresa requieren “más planificación y aprovechamiento de la estancia”. Por ello, al menos en el corto plazo, la preparación de los movimientos será más compleja y resultará necesario conocer la situación epidemiológica del destino, los requerimientos de entrada o las restricciones. En definitiva, esto implicará “viajes más largos”, explica Mascort.
En esta misma línea, la estancia media de los usuarios también ha aumentado y muestra cómo, en el primer trimestre del año, aparca&go ha registrado un incremento de un 40%, pasando de los 3,6 días en 2019 a los 5,07 en 2021. Asimismo, desde la compañía de servicios de parking también apuntan a un posible cambio en el número de viajeros por estancia, de forma que, de ahora en adelante serán más habituales los desplazamientos individuales, lo que también afectará a una menor ocupación de los vuelos.
Ante este escenario, la directora general apuesta por compensar el menor volumen de negocio con mayor valor añadido. En su opinión, será complicado recuperar el nivel de actividad que existía antes de esta crisis, por lo que para las empresas es “imprescindible” llevar a cabo un proceso de “reinvención”. Así, han culminado su trabajo del último año con el lanzamiento de un servicio que aprovecha la estancia de los vehículos de sus clientes en sus instalaciones para realizarles el mantenimiento necesario o pasarles la ITV.
Sin una fecha clara sobre el momento en que se regresará a los niveles de movilidad previos a la pandemia, la incertidumbre todavía reina en este campo. Mascort detalla que aún quedan muchas variables por resolver y que estas serán las encargadas de marcar el ritmo de recuperación de los próximos meses. En este sentido, pronostica la recuperación en una horquilla de cuatro a seis años desde el inicio de la crisis sanitaria. “Los principales organismos de nuestro sector estiman, a día de hoy, que la vuelta al volumen de 2019 podría darse entre 2024 y 2026”, lo que para ella representa “una travesía del desierto para las empresas”.
En este contexto, el ‘Certificado Verde UE COVID’ será una herramienta “indispensable” para acelerar la reactivación de los viajes de negocios. Su puesta en marcha, prevista para el 1 de julio, permitirá aportar mayor garantía de seguridad a toda la cadena, tanto a los viajeros como a los países emisores y receptores. De esta forma, su uso impulsará la tranquilidad y “ayudará a reducir la actual incertidumbre que es, precisamente, una de las principales preocupaciones por las que las empresas están retrasando la vuelta a los viajes”, matiza.