La supervivencia de las empresas continúa siendo una de las claves de la salida de la crisis. A pesar de la movilización de medidas como los avales públicos para préstamos o los ERTE para adaptar la actividad empresarial a la demanda, miles de empresas han sido disueltas durante estos meses. Según datos del INE, los […]
NacionalDirigentes Digital
| 10 jun 2021
La supervivencia de las empresas continúa siendo una de las claves de la salida de la crisis. A pesar de la movilización de medidas como los avales públicos para préstamos o los ERTE para adaptar la actividad empresarial a la demanda, miles de empresas han sido disueltas durante estos meses.
Según datos del INE, los índices de mortalidad han aumentado a consecuencia de la pandemia. Según los últimos registros de Estadística, el número de sociedades mercantiles disueltas en marzo de este año ascendió a 2.121, un 44,3% más que en el mismo mes de 2020.
Por ello, esquivar el cierre supone todo un reto para las empresas que, por otra parte, cuentan con varias alternativas para continuar en funcionamiento. Según el Registro de Expertos Contables (REC), la colaboración empresarial se plantea como una alternativa necesaria. En concreto, destacan las fusiones, escisiones y combinaciones de negocio como posibilidades útiles ante estas circunstancias.
Para Fernando Cuñado, presidente de REC, la figura del experto contable adquiere un importante peso. En concreto, señala la ayuda que pueden prestar a muchas empresas “para que puedan sobrevivir y evitar la quiebra”. En su opinión, “la reducción progresiva de las ayudas de los ERTE” a partir de septiembre puede incrementar el riesgo de cierres de empresas y “frenar en seco la recuperación”.
La fusión proporciona la oportunidad de que dos empresas se integren en una sola sumando el patrimonio de ambas. La modalidad depende de las circunstancias. Por ejemplo, si una se integra en otra, desaparece la primera, pero también pueden fusionarse en una empresa nueva. En cualquier caso, la clave está en que, aunque desaparece al menos una de las sociedades, los negocios previos no se liquidan sino que continúan operando bajo otra firma.
Por otro lado, la escisión consiste en que una empresa separa una o varias partes de su patrimonio y lo aporta a otra sociedad, ya sea nueva o una que exista de antemano. Lo que resulta imprescindible en todo caso es analizar cuál es la finalidad de realizar una de estas operaciones, ya sea crecimiento, ganar en dimensión, lograr sinergias o reducir costes. Asimismo, la capacidad financiera de la empresa son un asunto vital para la toma de decisiones.
Según la guía elaborada por REC, ambas opciones se incluyen en lo que se denominan combinaciones de negocios. No obstante, a nivel práctico son una especie de “sucesión de empresas”, lo que significa que, en el caso de las fusiones, la empresa absorbente adquiere los derechos y obligaciones laborales del anterior empresario. Esto es, debe respetar las condiciones de los trabajadores de la empresa que absorbe.
Se da por supuesto que las empresas que se unen o la que se escinde pertenecen al mismo sector, pero en la realidad no es obligatoriamente así. Si con la operación la empresa se introduce en un sector en el que no tiene experiencia, lo aconsejable es realizar un estudio de viabilidad en el que se analicen las posibilidades de penetrar en dicho sector y si es posible la evolución de la empresa fusionada o escindida.