La Empresa Familiar acaba de poner de manifiesto en su vigésimo cuarto Congreso sus grandes preocupaciones sobre la economía española. Hablamos de un colectivo que casi alcanza a 9 de cada 10 compañías en nuestro país, en torno a 1,1 millones de empresas. EL PELIGRO DEL AUMENTO DEL IMPUESTO DE SUCESIONES Una de las fundamentales […]
NacionalDirigentes Digital
| 28 oct 2021
La Empresa Familiar acaba de poner de manifiesto en su vigésimo cuarto Congreso sus grandes preocupaciones sobre la economía española. Hablamos de un colectivo que casi alcanza a 9 de cada 10 compañías en nuestro país, en torno a 1,1 millones de empresas.
Una de las fundamentales se debe a un posible aumento de la presión fiscal en sus filas, debido a los trabajos de la Comisión de expertos convocada por el ministerio de Hacienda, que está analizando los pormenores de la situación tributaria en nuestro país. Se espera que su informe esté listo en febrero.
Se trata del traspaso de una empresa de generación en generación, de padres a hijos, que en la actual legislación española es muy favorable a los dueños de las compañías. En el caso del Impuesto de Sucesiones oscila entre el 1 y el 5% en la mayoría de las Comunidades Autónomas, de forma que la empresa, sin grandes recargos fiscales, pueda permanecer en la familia, pasando de los progenitores a sus vástagos.
Pero si esta situación cambia, como ha indicado el presidente del Instituto de la Empresa Familiar Marc Puig, puede provocar una pérdida de competitividad de las compañías españolas frente a las europeas. Además, ha pedido no penalizar fiscalmente a las empresas que pasan de generación en generación, ante la posibilidad de destruirlas para responder a urgencias de carácter coyuntural.
Considera que, si se grava fiscalmente a este tipo de empresas, endureciendo por tanto el Impuesto de Sucesiones actual, se corre el peligro de desmantelar empresas en funcionamiento.
Esta es una de las premisas que han puesto sobre la mesa los empresarios familiares, pero no la única. También el desabastecimiento, ante los cuellos de botella que se están produciendo por el encarecimiento de las materias primas y el aumento desmedido de la demanda en un corto espacio de tiempo. A esto se une la subida de los precios, la inflación.
Juntos componen dos de los asuntos que ahora mismo más inciden en el nivel de recuperación de la economía de nuestro país, como principales riesgos. Respecto a cómo ven sus empresas, la mitad de los dirigentes familiares señala que ya ha recuperado los niveles de facturación anteriores a la pandemia y casi 6 de cada 10 espera mantener su plantilla en 2022. Respecto de ese empleo, un 35% cree que elevará la contratación de trabajadores en el próximo ejercicio y un 7% estima, sin embargo, que la reducirá.
También un 63% afirma que sus ventas se elevarán el año que viene, una cifra que duplica con creces los datos que se registraban en 2020. También 3 de cada 10 estima que mantendrá sus actuales niveles de facturación y solo un 6% afirma que los reducirá.
Además, han realizado una encuesta en la que preguntan a la población en general cómo perciben a las empresas. Y las pymes son el estamento mejor valorado de todos los segmentos de población analizados, con el apoyo de 7 de cada 10 encuestados. En este caso por valoración política, no importa la ideología de quién se pronuncia sobre ello.
Considera 9 de cada 10 españoles que la empresa ha jugado un papel relevante en la recuperación actual, mientras que 6 de cada 10 cree que las empresas privadas han actuado con responsabilidad y han demostrado su liderazgo a lo largo de esta crisis pandémica. También más de 8 de cada 10 consultados destaca que las empresas son un elemento importante en la vida de los empleados.