Las prioridades cambian para las empresas y muestra de ello es la creciente preocupación que existe por tener una identidad digital segura dentro del sector financiero. No solo se está viendo afectada la forma de interelacionarse entre clientes y empresas, sino que dicha marca digital acelera notablemente el negocio de organizaciones públicas y privadas. Un […]
BancaDirigentes Digital
| 23 nov 2021
Las prioridades cambian para las empresas y muestra de ello es la creciente preocupación que existe por tener una identidad digital segura dentro del sector financiero. No solo se está viendo afectada la forma de interelacionarse entre clientes y empresas, sino que dicha marca digital acelera notablemente el negocio de organizaciones públicas y privadas.
Un nuevo estudio expone claramente que más de un 75% de las compañías financieras anteponen la identidad digital, sinónimo de que una vez más, la pandemia ha influido notablemente en la percepción de las empresas frente a sus clientes, trabajando en este aspecto en temas que abordan su seguridad.
En una era en la que la revolución digital es un hecho más que un informe de futuro, este cambio en cuanto a la protección del usuario se estaba pidiendo a gritos. El robo de identidad en los reconocimientos biómetricos preocupa seriamente a las entidades financieras donde más allá de la suplantación de identidad como tal, se presta especial atención al conocido como spoofing o el consentimiento de dicha suplantación por parte de un target más avanzado de edad en el que son ellos mismos los que permiten a terceros utilizar contraseñas para poder realizar determinadas operaciones por la vía digital.
Pero existe otro aspecto importante a tratar, más allá de que la suplantación de identidad ocupe casi la totalidad de las principales preocupaciones del sector: la coyuntura existente entre lo que el cliente busca y la empresa pretende. En ocasiones son demasiados los perfiles que una misma entidad pide al usuario cuando lo idóneo sería aunar en una sola identidad a la persona para así facilitarle el cometido y que ello repercutiera favorablemente la experiencia, fidelizando así al cliente.
No confundamos la identidad digital con digitalizar los servicios
El investigador Carlos Kuchovsky habla de un concepto que a muchos se les escapa y que sin embargo, todos pretenden adoptar. No se puede hablar de una identidad digital como tal cuando en el sector financiero se lleva trabajando durante mucho tiempo en digitalizar sus servicios, pero no que estos puedan interactuar por sí mismos y ser totalmente seguros en procesos como compras online o transacciones, tal y como requiere la marca digital.
Por esta causa aun existe mucho escepticismo en cuanto al concepto “identidad digital”, sin llegar a negar que sí se aprecie una firme intención y claro avance hacia la identidad digital que grandes y pequeñas entidades financieras buscan.
El camino aun es largo pero no cabe duda que las empresas, especialmente las financieras, están apostando porque esa identidad digital sea un hecho prestando especial atención a los procesos onboarding e invirtiendo en seguridad digital.