Juan José Coble Castro dirige el Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad Nebrija. En esta entrevista para DIRIGENTES, repasa algunas de las cuestiones más candentes del sector: el alza de los precios, las energías renovables, la dependencia del gas ruso y los esfuerzos de la Unión Europea por alcanzar la soberanía […]
NacionalDirigentes Digital
| 03 nov 2022
Juan José Coble Castro dirige el Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad Nebrija. En esta entrevista para DIRIGENTES, repasa algunas de las cuestiones más candentes del sector: el alza de los precios, las energías renovables, la dependencia del gas ruso y los esfuerzos de la Unión Europea por alcanzar la soberanía energética.
DIRIGENTES. En primer lugar, ahora que estamos a las puertas del invierno, ¿hay motivos para temer episodios de escasez de suministro energético en Europa?, ¿será un invierno tan difícil como venimos oyendo varios meses?, ¿y es cierto que es posible que el próximo invierno la situación energética sea mucho peor?
Juan José Cobre Castro. No todo depende de nosotros, depende de cuánto se recrudezca el escenario bélico que tenemos en Ucrania y de las medidas adicionales que puedan tomar ambas partes y que repercutan en una mayor alza en los precios del gas, perjudicando aún más si cabe a Europa.
Podemos decir que será un invierno más complicado en algunos países de la UE que en otros, sobre todo por los elevados precios medios a los que está llegando la electricidad en algunos de estos países. Por ejemplo, ahora mismo, en Alemania o Francia tienen el precio de la luz promedio muy elevado hasta final de año, con precios de 800, 900 y hasta 1000 €/MWh (euros por Megavatio-hora), por ello su escenario es más complicado.
D. ¿Diría que España está mejor cubierta que Europa para afrontar esta crisis energética? ¿A qué motivos responde esa menor vulnerabilidad de nuestro país?
J.J.C.C. En España ahora mismo hay varios mecanismos activados que protegen al consumidor de las subidas en el precio de la luz. Las proyecciones a final de año para España nos llevan a precios mucho más bajos que en el resto de Europa, precios de entre 150 a 200 €/MWh. Estas proyecciones indican que en España no subirá tanto la luz gracias a las medidas tomadas, entre ellas la excepción ibérica para topar el precio del gas.
Hay que recordar cómo funciona este tope al gas, es un tope al que pueden ofertar las centrales de gas ibérico, esto permite que no todas las tecnologías que entran en el pool las tengamos que pagar al precio más caro (el de las centrales de gas), solamente la generación que entra y que proviene de estas centrales cobrará ese precio. El resultado final es un ahorro neto para los consumidores. El problema es que las compañías eléctricas nos ponen en las facturas cuánto tenemos que pagar por compensación por el tope al gas, pero no cuánto nos ahorramos por tener implantado este mecanismo, los cálculos del IDAE al respecto y desde que se implantó la excepción ibérica, es que esta medida ha supuesto un ahorro colectivo en las facturas eléctricas de los consumidores de unos 1400 millones de euros.
Es importante señalar que esos 1400 millones no han salido de las arcas públicas, como en otros países, sino que es una cantidad que han dejado de ingresar las empresas eléctricas por el mecanismo del tope al gas.
D. En junio de este año escribió un artículo tratando de responder a la gran pregunta que se están haciendo todos los gobiernos europeos: ¿Cómo dejar de depender de las importaciones de combustibles fósiles? Ahora, con el sabotaje al Nord Stream, parece que la respuesta a esa pregunta es todavía más acuciante que hace unos meses…
J.J.C.C. La respuesta es la misma o más intensa, pero en la misma dirección de lo que ya propuse. Una mayor soberanía energética pasa por acelerar y facilitar el despliegue de renovables, el ahorro y la eficiencia energética en todos los sectores productivos y extender y mejorar el almacenamiento, pero también requiere poner en común las infraestructuras eléctricas y gasistas en Europa y, para ello, reforzar las interconexiones, pensando no sólo en clave de presente sino de futuro, con el impulso del hidrógeno verde, que en algún momento circulará, con las modificaciones necesarias, por esas infraestructuras gasísticas.
D. ¿Qué le parece la renovada apuesta por el Gas Natural Licuado? Proyectos que llevaban años en el dique seco, como la regasificadora del Musel, en Gijón, se desbloquearon a toda prisa al poco de empezar la guerra en Ucrania.
J.J.C.C. Me parece que todo aumento de la capacidad de la interconexión gasística con el resto de países vecinos contribuye solidariamente a la seguridad de suministro energético en Europa, algo que es muy necesario y oportuno en el contexto europeo actual de reducción de la dependencia del gas que proviene de Rusia.
Evidentemente, una mayor soberanía energética requiere poner en común las infraestructuras eléctricas y gasistas en Europa y ampliar estas infraestructuras. Por ejemplo, ahora hay varios proyectos abiertos y en fase de pruebas o finalización, como la Estación de Compresión de Euskadour, en Irún (Gipuzkoa), una infraestructura esencial para enviar gas natural a Francia y a nuestros vecinos del norte. Esta instalación parece haber finalizado con éxito las pruebas técnicas de puesta en marcha para ampliar en 1.500 millones de metros cúbicos la capacidad al año de suministro de gas natural a Europa, llegando a un incremento de la capacidad de exportación del 18% sobre la actual.
A la Estación de compresión de Euskadour hay que sumar los esfuerzos de la otra interconexión existente actualmente con Francia, la de Larrau en Navarra. Entre las dos suman 7.000 millones de metros cúbicos de capacidad máxima al año (7 bcm), equivalente a 7 barcos de gas natural licuado al mes, a los que se incrementará la capacidad en los 1.500 millones de metros cúbicos adicionales mencionados al año por Irún, aportando así entre las dos un total de 8.500 millones de metros cúbicos de capacidad máxima.
También, a principios de 2023, estará plenamente operativa la regasificadora de El Musel, en Gijón, se pretende que juegue un papel estratégico como centro logístico de almacenamiento de gas para Europa.
Además, se han autorizado recientemente tres proyectos que maximizarán el transporte de gas a Italia. Entre otras medidas se va a adaptar el pantalán de la planta regasificadora de Enagás del Puerto de Barcelona para aumentar la capacidad de carga que llevará el gas a las costas italianas mediante buques de transporte de gas.
D. Bajo su punto de vista, ¿qué deberían hacer España y la Unión Europea en los próximos años para alcanzar ese objetivo?, ¿dónde y cómo invertir dinero y esfuerzos?, ¿y qué papel debería tener el sector privado en este proceso?
J.J.C.C. Deberían ampliarse e intensificarse las medidas ya recogidas y mencionadas en el Objetivo 55 de la UE, el plan de la UE para la Transición Ecológica, que ahora necesita revisarse e introducir una marcha más para su consolidación. Entre las medidas que se pueden tomar por parte de la UE y los países miembros están:
Estas medidas siempre deben combinarse con otras específicas destinadas a proteger a los consumidores más vulnerables.