Bajo el lema 'Cooperativas: el momento es ahora', más de 600 personas de un centenar de países se darán cita en Sevilla entre el 19 y el 22 de junio para celebrar el Encuentro Mundial del Cooperativismo. La jornada contará con un extenso programa de actividades, talleres, encuentros, foros y mesas de trabajo. La Confederación […]
NacionalDirigentes Digital
| 16 jun 2022
Bajo el lema 'Cooperativas: el momento es ahora', más de 600 personas de un centenar de países se darán cita en Sevilla entre el 19 y el 22 de junio para celebrar el Encuentro Mundial del Cooperativismo. La jornada contará con un extenso programa de actividades, talleres, encuentros, foros y mesas de trabajo. La Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA), presidida por Luis Miguel Jurado, será la anfitriona de un evento que busca impulsar un modelo empresarial que supone el 10% del Producto Interior Bruto español.
COCETA representa a 17.500 cooperativas de trabajo en toda España. En nuestro país hay en total unas 22.000 cooperativas, si se contabilizan también las de consumo y las de crédito. En total, unas 500.000 personas están empleadas en empresas cooperativas en España, mientras que otros 500.000 empleos dependen indirectamente del ecosistema cooperativo. Luis Miguel Jurado responde a las preguntas de DIRIGENTES sobre el modelo empresarial cooperativista y sobre su próxima cumbre en Sevilla.
El modelo cooperativo es contracíclico. Cuando hay situaciones económicas boyantes los emprendedores buscan modelos empresariales más concentrados o individuales. Sin embargo, cuando hay una situación compleja, como ha ocurrido con la pandemia, se buscan modelos más colectivos. En este caso, ha habido un crecimiento del 16% de las cooperativas en 2021 con respecto al año anterior.
Hay sectores muy importantes, como la educación, el sector de los cuidados o el servicio a la dependencia a personas mayores. También en el sector de servicios, culturas y ocio. En el País Vasco, además, hay un cooperativismo importante en el sector industrial.
Hay fundamentalmente cinco Comunidades Autónomas que son las más potentes en el ámbito del cooperativismo: País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía y, en menor medida, también Navarra. Se conectan diferentes cuestiones para explicar esto. Hay una alianza público-privada importante, con apuesta de políticas públicas para el desarrollo del modelo cooperativo, lo que hace que haya instrumentos para dar visibilidad a las cooperativas y para fomentar un ecosistema de emprendimiento cooperativo. Después, hay unos sectores muy concretos que han apostado históricamente por el modelo cooperativo, como puede ser el País Vasco en el ámbito industrial o en Andalucía todo lo que tiene que ver con el ámbito de los cuidados. Creo que también hay una retroalimentación, porque donde mas cooperativas hay, más se conoce el modelo y hay más posibilidades de emprender de forma cooperativa.
La democracia política es imprescindible, pero el mundo económico no es democrático. En la empresa, el que tiene más recursos o más capital es el que al final recibe más beneficios. En el caso de las cooperativas de trabajo, una persona es un voto, independientemente del capital social. Esto significa que hay una democracia real interna en las propias cooperativas, porque no se vota en función del capital, sino en función del trabajo.
Luis Miguel Jurado, presidente de COCETA
Aportan conexión con el territorio. Son modelos empresariales que no se deslocalizan, porque deslocalizar a una cooperativa es deslocalizar a la propia persona que trabaja. Y yo, que soy cooperativista, quiero trabajar en mi municipio, y eso hace que no sean modelos que se deslocalicen.
Después hay una cuestión importante, y es que hay una redistribución de la riqueza muy importante. No estamos hablando de un gran empresario que gana mucho dinero, sino de muchas personas que se distribuyen no solamente el salario, sino las riquezas del beneficio. En vez de plantear modelos muy concentrados, plantea uno mucho más redistributivo. Y hay otra cuestión fundamental, y es que es un modelo mucho más transparente, horizontal y participativo.
Suelen ser mejores que las de las empresas tradicionales, porque somos nosotros mismos, los socios trabajadores, los que proponemos las formas de recibir el salario y de conciliar. El trabajo es trabajo y es negocio, pero la forma de plantear los proyectos empresariales tiene que estar vinculada a la conciliación y a la calidad de vida de las personas socias. Nosotros no somos empresarios al uso, sino que tenemos el doble rol de trabajadores y dueños de la empresa.
Lo importante para nosotros es el reencuentro. Hablamos de representantes de más de 600 cooperativas de 107 países que se reencuentran para visibilizar el modelo y dar a conocer la aportación que ha tenido durante la pandemia, y para proyectar cómo el modelo cooperativo puede dar respuesta a muchos de los grandes retos que tenemos como sociedad. Ya sea el reto demográfico, el de la incorporación de jóvenes y mujeres al trabajo, el reto de la digitalización o el reto de una economía mucho más sostenible e inclusiva.
Nosotros queremos más visibilidad e incidencia política. La economía social y el cooperativismo representan el 10% del PIB. El turismo, del que todo el mundo habla, supone el 13% del PIB, y tiene mucha más visibilidad y capacidad de influencia en las políticas públicas. Nosotros pedimos tener más incidencia y capacidad de aportar nuestro modelo empresarial al desarrollo humano, económico y social de la sociedad.