La huelga de transportistas estaba convocada de manera indefinida, pero tras un día y medio de paro, la Plataforma ha decidido con un comunicado en el que denuncian "acoso y derribo" desconvocarla. ¿Qué valoración hace de la situación? La convocatoria ha tenido una duración de un día y medio porque no había ningún apoyo por […]
TransporteDirigentes Digital
| 17 nov 2022
La convocatoria ha tenido una duración de un día y medio porque no había ningún apoyo por parte de la inmensa mayoría del sector y han tenido que dar marcha atrás, aunque luego hayan dado todo tipo de explicaciones confusas, torticeras y que no tienen nada que ver con lo que hay detrás de esa desconvocatoria. El sector quería seguir trabajando y en estos momentos no tenemos ningún motivo para hacer una convocatoria de paro.
Ni nosotros ni el resto del Comité Nacional la apoyábamos ni estábamos a favor. Ahora, lo que no es de recibo son los comunicados y los argumentos que aplican para decir que la han desconvocado, ya que lo único que pretenden trasladar es un mensaje de que en cualquier momento la pueden volver a montar.
La ley de Cadena de Transportes tiene como fin que las empresas no trabajen por debajo de sus propios costes, pero no existen unos costes estándar de obligado cumplimiento. Es decir, cada empresa tendrá que analizar y saber cuáles son sus costes y, a partir de ahí, también debería aplicar el margen comercial como es normal en cualquier actividad económica. La ley de la Cadena de Transporte ha servido, aunque aún está por pulir y aplicar otra serie de temas que estaban pendientes como es el acortar la cadena de subcontratación.
Por otra parte, previa a la ley de Cadena de Transportes, la herramienta fundamental es la aplicación de la fórmula de indexación de las variaciones del precio del combustible a los precios del transporte, una herramienta que permite ir adaptando el precio de tus servicios a medida que el precio del combustible varía, y que en este caso ha sido el gran problema que hemos tenido en los últimos tiempos con esas subidas tan exponenciales y tan fuertes del precio del combustible. Esto ha permitido que las empresas puedan ir adaptando los precios de sus servicios en función de esa fórmula de indexación.
Recientemente hemos negociado un paquete importante de medidas y gran parte de los problemas más acuciantes que teníamos encima de la mesa se han ido resolviendo a través de las negociaciones y la aplicación del contenido de los reales decretos. Lógicamente, como en cualquier sector quedan flecos y cosas que hay que ir puliendo y arreglando día a día, y en eso seguimos, estamos trabajado sobre aspectos interesantes para el sector y poder ir avanzando.
Por ejemplo, hay que abordar el tema de la cadena de subcontratación para evitar que un viaje pase por distintas manos, donde al final el propio servicio va perdiendo valor añadido al existir varios intermediarios; un código de buenas prácticas para que las empresas cargadoras, que son nuestros clientes, se comprometan y se adhieran a ese Registro, que creará a tal fin el Ministerio, para comprometerse a actuar de una forma que dignifique más el trabajo de los transportistas; y estamos analizando con el Ministerio la operativa de la carga y descarga, para ver de qué forma se pueden aplicar mejores prácticas y más correctas en su desempeño y evitar así demoras en los tiempos de ejecución, o sobre cómo deben ser los centros donde se carga y descarga de cara a disponer de unos servicios adecuados para los propios transportistas.
Ahora está en boca de todos los países la falta de conductores. Es decir, el relevo generacional de los conductores que cada vez escasea más y es más difícil reemplazar a esas personas que se jubilan y poder tener gente nueva en el sector. Se está trabajando tanto a nivel europeo, en la propia Comisión Europea, como en la Organización Mundial del Transporte (IRU) a la que pertenecemos y en la que están prácticamente todos los países de la Unión Europea involucrados. Estamos viendo fórmulas y puntos de mejora para atraer personal joven al sector.
El reto fundamental es buscar una dignificación de la profesión, tanto para las empresas como para los trabajadores que están en ella y, para lograrlo, redundan todas estas medidas que ya se han aprobado y alguna otra sobre las que estamos trabajando de forma conjunta entre el Comité Nacional de Transporte y el MITMA, para que la profesión de transportista sea más atractiva. Como ya todos conocemos, es una actividad principal y necesaria para la economía, por lo que es necesario adaptarla a las circunstancias actuales para contribuir a la sostenibilidad del sector.
Las condiciones han cambiado en el sentido en el que estas medidas que se han ido aprobando estos meses atrás están muy enfocadas a mejorar la situación de las empresas y los trabajadores. En ese sentido, factores como la subida del precio del combustible han contribuido a que esas mesas de negociación que ya teníamos abiertas con el Ministerio hayan seguido adelante con acuerdos y hayan contribuido a la mejora de las condiciones.