Los datos son una gran oportunidad, aunque también uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas actualmente. Las organizaciones europeas están acelerando sus planes de digitalización para satisfacer nuevas demandas, pero si la región quiere convertirse en referencia digital, tendrá que transformar su enfoque en gestión de datos. Según un estudio […]
Dirigentes Digital
| 10 mar 2022
Los datos son una gran oportunidad, aunque también uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas actualmente. Las organizaciones europeas están acelerando sus planes de digitalización para satisfacer nuevas demandas, pero si la región quiere convertirse en referencia digital, tendrá que transformar su enfoque en gestión de datos.
Según un estudio elaborado por IDC, aunque la apuesta digital de Europa es clara, los dirigentes (CXOs) de sus empresas también se enfrentan a grandes retos relacionados con datos y el uso de la tecnología.
Sin embargo, si vamos al detalle, vemos que para el 65% de los CXOs es un reto utilizar los datos y el software para generar nuevos ingresos, lo que indica el escaso valor que otorgan a los datos para hacer crecer sus negocios. El estudio de IDC revela que solo el 35% de las organizaciones utiliza los datos para identificar nuevas vías de ingresos, que solo el 28% basa su planificación en ellos y que solo el 37% está de acuerdo en que el análisis de la productividad y la eficiencia del negocio depende de los datos.
Pese a estas cifras, la situación está cambiando porque el viejo problema de tener los datos encerrados en silos es ya una preocupación clave para el 60% de los CXOs, que son conscientes que sin la digitalización de la información no es posible permitir a sus empleados trabajar de forma diferente y desarrollar habilidades digitales.
Aunque el 64% de las organizaciones cuenta con estrategias digitales, solo el 3% tiene en marcha una estrategia digital para toda la empresa capaz de generar nuevas fuentes de ingresos. Esto indica que la realidad aún dista de las expectativas y el reto es inminente porque, según el mismo análisis de IDC, el 70% de los CEOs de las grandes organizaciones europeas tendrá que generar el 40% de sus ingresos por medios digitales en 2025. Si conseguimos este desafío, la consultora estima que se generarán más de 4 billones de euros de valor añadido en toda Europa.
Por otro lado, las inversiones en infraestructura para permitir la interacción digital con sus clientes, la mejora de la productividad y la resiliencia del negocio encabezan la lista de prioridades de los CXOs. Son estas nuevas infraestructuras las que permiten adoptar nuevos métodos de trabajo y nuevos productos y servicios.
La pandemia cambió además la estructura jerárquica de muchas organizaciones, por lo que no es sorprendente ver que el 35% de los encuestados cree que un acceso horizontal a las herramientas digitales y a la información es un reto del futuro lugar de trabajo que ha dejado de ser un lugar físico. Brindar estas facilidades a la plantilla será fundamental para aquellos CXOs que quieran retener el talento.
El camino ha comenzado, pero no será fácil, debido al predominio de infraestructuras tradicionales en muchas empresas europeas. Esto implica que el mismo 45% que lucha por conectar sus sistemas a las aplicaciones cloud, no puede aún proporcionar datos en tiempo real sobre clientes y usuarios. Además, como la pandemia provocó un aumento de los retos de seguridad, el 60% de las organizaciones afirma que la ciberseguridad es otro de sus retos más importantes.
A medida que los CXOs impulsan la transformación digital en toda Europa, su propio rol dentro de las empresas también está cambiando. El estudio de IDC confirma que el liderazgo está evolucionando desde modelos basados en “mando y control” a sistemas más orquestados, horizontales, de relaciones más fluidas y con expertos en negocios y tecnología colaborando en un mismo proyecto.
Este cambio se refleja en que actualmente un 47% de los CXOs que tienen la responsabilidad de aprobar la transformación digital de sus empresas no pertenecen al departamento de tecnología. Tanto si tienen un perfil técnico como si no, estos dirigentes tienen que desarrollar una nueva cultura interna enfocada en los datos y el mundo digital. Y para ello necesitan empatía, capacidad de colaboración e innovación por encima del mero conocimiento técnico.
En definitiva, los CXOs se enfrentan al reto de implantar en sus organizaciones nuevos modelos basados en datos (data-driven), que les ayuden a llevar a cabo la transformación digital que exigen los CEOs y sus clientes. Diseñar ese “nuevo” lugar de trabajo dependerá de cómo adapten la cultura de la empresa y afronten la transición de las plataformas tradicionales a los modelos en la nube.