Miles de estudiantes de toda España acaban de terminar la EVAU. En los próximos días tendrán que tomar una de esas decisiones que marcarán sus vidas en el futuro: elegir qué carrera van a estudiar en los próximos años. Si se basaran exclusivamente en las posibilidades de encontrar un empleo bien remunerado al acabar los […]
Dirigentes Digital
| 27 jun 2022
Miles de estudiantes de toda España acaban de terminar la EVAU. En los próximos días tendrán que tomar una de esas decisiones que marcarán sus vidas en el futuro: elegir qué carrera van a estudiar en los próximos años. Si se basaran exclusivamente en las posibilidades de encontrar un empleo bien remunerado al acabar los estudios, la gran mayoría se decantaría por una carrera técnica.
Los datos son claros: según el estudio “Empleabilidad y Talento” de 2020 de la Fundación Vass y la UAM, España es el país de la Unión Europea en el que más han crecido las empresas que contratan especialistas en el sector TIC (117% en ocho años). El problema es que el número de titulados universitarios en estas áreas se ha reducido en algo más de un 23%. Esto se traduce en que para cubrir la oferta de perfiles técnicos especializados, que se sitúa en unos 15.000, solo hay 7.700 titulados.
El último informe, aparecido hace solo unos días, incide en la crisis de talento y apunta que en 2021, unas 7.000 posiciones del sector de servicios TIC se quedaron sin cubrir por falta de competencias a pesar de que la tasa de paro en el sector tecnológico apenas llega al 3%. Las cifras indican que anualmente se contratan entre 35.000 y 40.000 ingenieros y técnicos digitales.
El informe ofrece más datos y asegura que España debería tener 1,3 millones de especialistas TIC para cubrir los objetivos marcados por la Comisión Europea de cara a 2030, pero de seguir con los ritmos actuales como mucho alcanzaría los 400.000.
La realidad es que en España son pocos los alumnos que optan por el estudio de carreras STEM y muchos menos los que logran acabarlos, por lo que no se puede cubrir la demanda de empleo que se necesita. Es, en este escenario, dónde están cobrando protagonismo los denominados bootcamps, una opción por la que están optando muchos jóvenes, y también perfiles senior, que quieren dar un cambio a su carrera e incorporarse de forma rápida a un mercado laboral como el tecnológico que, actualmente, ofrece las mejores oportunidades y los empleos mejor remunerados.
Los bootcamps no son más que cursos intensivos en los que las personas matriculadas obtienen una formación específica para saltar de forma inmediata al mercado laboral. Su éxito, tanto en jóvenes como en personas que quieren reciclarse y comenzar a trabajar en el sector TIC, radica en que en tan solo 9 o 24 semanas, dependiendo del formato que se elija, se pueden aprender, de manera muy práctica, las habilidades técnicas en los ámbitos de desarrollo web o ciencia de datos.
El número de matriculados en bootcamps está experimentando un crecimiento exponencial ya que tanto el diseño de los cursos junto con la flexibilidad que ofrecen tanto para compaginar estudios o trabajo permite adquirir y desarrollar aptitudes que de otra forma, sería imposible. Aquellas personas que se deciden a inscribirse en ellos lo hacen porque ven que, sin tener conocimientos previos, pueden aprender a programar y, una vez acabado el curso, crear su propia start-up, cambiar de empleo por uno mejor o comenzar a trabajar en algunas de las empresas tecnológicas más importantes como Google, Microsoft o Amazon.
Pero no solo los estudiantes se están fijando en las posibilidades que ofrecen los bootcamps. Los departamentos de recursos humanos se enfrentan a una alarmante escasez de talento por lo que éstos son vistos por empresas del sector tecnológico y por los departamentos TIC de las organizaciones como una de las mejores alternativas para encontrar los perfiles tecnológicos que no encuentran en otras partes.
No es de extrañar, por tanto, que un 94% de jóvenes matriculados en estos cursos intensivos haya encontrado trabajo gracias a los conocimientos adquiridos y solo hayan necesitado alrededor de 21 días para empezar a trabajar y obteniendo un salario medio de 30.000 euros anuales.
Por todo ello, los bootcamps se están convirtiendo en la gran alternativa para acabar con la escasez de talento que tienen las empresas.