El mercado laboral ha entrado en una fase acelerada de cambio que se presenta como un punto de inflexión. Nuevos perfiles profesionales, modelos híbridos, jornadas de 4 días y nuevas medidas políticas que afectan al empleo están transformando un ámbito que se mantenía más o menos estable desde hace años. ¿Siguen teniendo tus empleados las […]
Dirigentes Digital
| 05 ago 2022
El mercado laboral ha entrado en una fase acelerada de cambio que se presenta como un punto de inflexión. Nuevos perfiles profesionales, modelos híbridos, jornadas de 4 días y nuevas medidas políticas que afectan al empleo están transformando un ámbito que se mantenía más o menos estable desde hace años. ¿Siguen teniendo tus empleados las mismas prioridades? Creo que es necesario que las empresas realicen un ejercicio de autoanálisis con el que confirmar que están preparadas para esta nueva era.
Sin que pueda considerarse un precedente para el mercado español, sí que conviene reflexionar, en este sentido, sobre el fenómeno de la ‘Gran Renuncia’ que ha llevado a millones de estadounidenses a dejar su empleo. El agotamiento físico y mental de los trabajadores mermó la plantilla de muchas compañías que no supieron corregir a tiempo el alto grado de insatisfacción de las mismas.
Por las propias características de nuestro tejido laboral, parece complicado que un movimiento de esta magnitud pueda replicarse en nuestro país. Pero sí que puede servir para vislumbrar cómo las necesidades de los empleados están cambiando o, mejor dicho, re-priorizándose; incluso, llegando a provocar que tomen decisiones tan importantes como cambiar su lugar de residencia. Es el fenómeno de los llamados “nómadas digitales”, que buscan empleos flexibles con los que lograr una mejor conciliación entre sus aspiraciones laborales y personales.
El salario ya no es el único factor que incide en el bienestar de un trabajador. Según datos de Eurostat, el 24,4% de la población española entre los 20 y los 64 años no ve cumplidas sus aspiraciones laborales (No encuentran empleo o desean trabajar más horas).
La conciliación profesional y familiar, el ambiente de trabajo o la carrera profesional son tres de los criterios que más influyen entre los profesionales a la hora de buscar un trabajo. El salario es importante pero ya no es el único atractivo de un puesto de trabajo. Los empleados tienen una serie de necesidades que esperan que sean cubiertas por las empresas para las que trabajan.
Por eso, ahora es el momento de apostar por nuevas fórmulas que se centren de forma exclusiva en mejorar la satisfacción de los trabajadores. La compensación total, que completa la retribución dineraria (salario anual y complementos) con la compensación emocional (relacionada con el clima laboral) y la compensación en especie (planes de beneficios y retribución flexible) es la solución para acabar con la rotación de las plantillas y retener el talento dentro de la empresa.
Frente a la Gran Renuncia, nuestro país todavía está a tiempo de dar forma a la Gran Retención. Es decir, las empresas deben apostar por su talento estableciendo condiciones ventajosas que les vinculen con la compañía. Hablamos de flexibilidad horaria, de beneficios flexibles, de formación continua o de programas de promoción profesional; soluciones encaminadas a reforzar el bienestar laboral de la plantilla.
Los datos recogidos en el informe Tendencias en beneficios para empleados 2022 indican que 1 de cada 4 españoles se sienten poco o nada valorados en su trabajo; así como que el 83% de los empleados considera que los planes de beneficios son una muestra de la preocupación de las compañías por ellos. La realidad social se impone y los modelos empresariales basados exclusivamente en la mejora de las retribuciones se han quedado obsoletos.
El Plan España 2050, elaborado por investigadores de diversas disciplinas, incide precisamente en esta idea. “Para aprovechar las oportunidades del futuro, nuestro país tendrá que modernizar su tejido productivo (…); y mejorar las condiciones de trabajo hasta hacer de este una experiencia más satisfactoria para el conjunto de la ciudadanía”.
El verdadero desafío del mercado laboral es el de atender demandas como la de la conciliación de la vida laboral con la personal, aumentar los beneficios sociales (seguros médicos, formaciones bonificadas…) o establecer programas de capacitación y bienestar emocional que ayuden a aumentar el grado de satisfacción del profesional que presta sus servicios a la empresa.
Flexibilidad, personalización y empatía forman la base de la que deberán partir las nuevas políticas laborales de los empresarios. Es importante destacar que la compensación no dineraria o compensación en especie escala posiciones año tras año entre las prioridades de los empleados. El sector vive una transformación total gracias a las soluciones de compensación innovadoras, personalizadas y disruptivas que se alejan de planteamientos tradicionales poco operativos.