El estado de la salud mental en España deja bastante que desear, y la pandemia la ha empeorado significativamente. Sin embargo, ya incluso antes de la pandemia, la ansiedad, el estrés, la depresión y el consumo de psicofármacos han estado aumentando año tras año, y ahora esta tendencia está pasando factura.

Las secuelas que ha dejado en la sociedad española son bastante graves y así lo reflejan los datos que pintan una imagen bastante oscura. El estrés, la ansiedad y la depresión ya ocupan el primer lugar en la lista de enfermedades mentales, todos ellos con consecuencias nefastas para la salud. Lo peor es que muchas veces estas tres vienen de la mano y no por separado, lo que complica aún más el tratamiento.

Sin embargo, la medicina sigue avanzando todos los días, y ello incluye el tratamiento de las enfermedades mentales. Se han desarrollado, y se siguen desarrollando nuevas herramientas que permiten acciones antes imposibles y provienen de fuentes que mucha gente no se espera. Algunas de ellas es son las que proporciona, y proporcionará, el metaverso. 

Existe la creencia popular bastante extendida de que el metaverso va a ser un espacio de ocio y tiempo libre exclusivamente, pero nada podría estar más lejos de la realidad. El metaverso está formado por un conjunto de plataformas y dispositivos digitales con gran flexibilidad y que podemos amoldar a nuestras necesidades. Varias de las herramientas que componen el metaverso ya se utilizan para este tipo de tratamientos. 

Tenemos smartphones con aplicaciones que nos permiten tener sesiones a distancia con los terapeutas. Algunos incluyen ejercicios de meditación de otros juegos para ayudar con la ansiedad y el estrés. Aunque no sustituye a una terapia en directo, sí que permite organizar sesiones cuando no se pueda quedar en persona, el tratamiento de enfermedades leves y en emergencias.

También tenemos smartwatches y otros dispositivos que miden nuestras constantes vitales en tiempo real. Nuestro terapeuta puede usar esta información para ver en qué momentos del día estamos más agitados o tensos, y así planificar una terapia que actúe sobre todo cuando más lo necesitemos.

Por último, tenemos la realidad aumentada y la realidad virtual. La realidad aumentada puede actuar como filtro, bloqueando aquellos estímulos que desencadenen ataques de ansiedad o de pánico. Con la realidad virtual disponemos de libertad total para diseñar escenarios donde poder tratar condiciones como fobias en un ambiente controlado.

Con el objetivo de ser lo más honestos posible, reconocemos que el metaverso, al igual que la web y otros dispositivos, también pueden generar problemas de salud mental como dependencia, sensación de aislamiento y otros problemas. Sin embargo, queremos enfatizar que esto se debe a un mal uso del mismo, y no a una cualidad innata del mismo.

Todas las herramientas que hemos mencionado y otras más, cuando trabajan en conjunto, tienen la capacidad de crear un metaverso destinado a la curación de la mente. Con la debida regulación y aprovechando las oportunidades que nos ofrece, podemos asegurarnos el mejor empleo del metaverso, y ayudar a aquellos que más lo necesitan, y puede ser algo tan sencillo como tener a alguien con quien hablar.