Me solicitan un artículo para este número especial que aborde alguno de los temas más en boga que atañen al mundo de la empresa. Asuntos de gran relevancia, sin duda, como la sostenibilidad, la transformación digital o la innovación. Pero quiero aprovechar esta tribuna para elevar el punto de mira. Para reivindicar un término que […]
Dirigentes Digital
| 26 oct 2023
Me solicitan un artículo para este número especial que aborde alguno de los temas más en boga que atañen al mundo de la empresa. Asuntos de gran relevancia, sin duda, como la sostenibilidad, la transformación digital o la innovación. Pero quiero aprovechar esta tribuna para elevar el punto de mira. Para reivindicar un término que es paraguas de todo lo anterior, y que debe ser palanca ineludible para el progreso de nuestra economía y nuestra sociedad: la industria.
Es imperante, desde todas las esferas, entender que recuperar, proteger y promover la actividad industrial es un pilar fundamental de nuestra economía. Las recientes crisis globales nos recuerdan la importancia de las empresas industriales de distintos sectores, y de sus diferentes cadenas de valor asociadas. Por una simple razón: desarrollan actividades intensivas tanto en capital humano -con creación de empleo de calidad-, como tecnológico; vertebran territorios contra esa “España vaciada”; y nos alejan de la dependencia de los fluctuantes mercados exteriores.
Como decía, la industria es el mejor caldo de cultivo para acometer las transformaciones necesarias. Permítanme que hable de nuestro caso. En un sector ancestral como el de la piedra, la apuesta por el I+D y la innovación, plasmada en productos como Silestone® y Dekton® o más recientemente en HybriQ®, fue lo que nos permitió la diferenciación, dar valor añadido, y competir en cualquier país del mundo, siguiendo la estrategia de internacionalización con marca. Una inversión en activos intangibles que seguimos haciendo en innovación, de proceso productivo y de producto, en el diseño, en herramientas digitales, y en la formación continua de nuestros trabajadores.
Pero también más industria significa ganar en productividad y sostenibilidad, tanto económica como medioambiental. Desde una política industrial favorecida podremos reducir los impactos que la actividad económica genera en el medio ambiente, y ayudar en la transición ecológica; promover la digitalización y el capital tecnológico; y, sobre todo, incorporar talento joven al mercado laboral. Tenemos, en nuestro caso, el ejemplo de la FP Dual, con cinco ciclos en la actualidad dónde cerca del 90% de nuestros alumnos se incorporan a Cosentino.
Apostar por reindustrializar nuestro país debe ser una prioridad. Renovar la industria tradicional, sostener a las que aguantan, y favorecer nuevos proyectos. Es un hecho que casos como el nuestro, u otros similares de gran empresa industrial fuera de los polos principales, son tractores para incorporar la I+D o la digitalización también en las pymes. En definitiva, hace nuestra economía más productiva y competitiva, más resiliente, sin olvidar que esa competitividad va unida a una responsabilidad corporativa tanto en el ámbito medioambiental como en el social.
Para finalizar, aprovecho esta oportunidad para felicitar a todo el equipo de Dirigentes por este número 400. Desde 1986 son ya décadas no solo informando de la actualidad económica, sino apoyando decididamente al mundo de la empresa, y a nuestro rol como empresarios. Os deseo muchos años más de actividad y compromiso con la información, dado que necesitamos de todos los alientos posibles para contribuir entre todos al progreso y crecimiento de nuestro país.