Al norte con República Checa y Alemania, al este con Eslovaquia y Hungría, al sur con Eslovenia e Italia y al este limita con Suiza y Liechtenstein. Austria, ubicada en el corazón de Europa, presenta un ecosistema de startups en constante evolución. Su emplazamiento geográfico es clave como nexo entre los mercados de Europa oriental […]
PYMESDirigentes Digital
| 23 ene 2019
Al norte con República Checa y Alemania, al este con Eslovaquia y Hungría, al sur con Eslovenia e Italia y al este limita con Suiza y Liechtenstein. Austria, ubicada en el corazón de Europa, presenta un ecosistema de startups en constante evolución. Su emplazamiento geográfico es clave como nexo entre los mercados de Europa oriental y occidental y hace que sea un país muy propicio para el emprendimiento, el desarrollo de los mercados y los negocios.
El espíritu emprendedor está contagiando a empresas, inversores y talentos y, en consecuencia, la percepción pública que se tiene de las startups en este país, que ronda los 9 millones de habitantes, está cambiando de manera radical en los últimos años.
Las grandes ciudades austriacas son los núcleos donde se están desarrollando principalmente las startups. Las zonas urbanas cuentan con mejores condiciones de financiación así como un mayor porcentaje de éxito a la hora de buscar empleados talentosos, socios o bien clientes potenciales. Viena concentra la mayor creación de startups. Tanto es así que la mitad de las compañías emergentes creadas el año anterior se erigieron en la capital.
Por otro lado, la creación de estas empresas gira en torno a diferentes sectores. Tal y como indica un informe elaborado por ICEX, principalmente se dirigen a desarrollar productos o servicios y tecnologías enmarcadas en la industria digital, al sector de desarrollo de software, la biotecnología y las ciencias de la salud así como de hardware.
Hombre de nacionalidad austriaca con una media de 36,6 años y titulación universitaria. Así es el tipo de perfil que funda startups en Austria. Existe aún una brecha de género puesto que el porcentaje de mujeres que se animan a crear una empresa asciende al 12%, tres puntos por debajo de la media europea.
Para materializar los proyectos de los emprendedores es necesario dotarse de financiación. La gran mayoría, ligeramente superior al 80% utilizan el dinero ahorrado que tienen para fundar sus empresas. No obstante, pueden recurrir a fuentes de financiación tales como subvenciones, business angels, amigos, familiares o bien fondos de capital riesgo, según indica el estudio.
En base a lo señalado anteriormente, el panorama de las startup del país es positivo, al ser una de las economías más estables del viejo continente. Otro de los aspectos a destacar es el importante presupuesto que destinan a investigación, así como el cualificado capital humano con el que cuentan. De cara al futuro, los emprendedores esperan que se pongan menos trabas en el acceso a la financiación, se reduzcan las barreras burocráticas y la legislación sea más laxa. El objetivo es facilitar el emprendimiento.