Aún por debajo de los niveles previos a la crisis económica, pero con un gran sprint durante los últimos tres años, la actividad emprendedora en España ha tomado impulso. Si en mayo de 2008 el número de trabajadores autónomos en España se situaba en los 3,4 millones de personas, a cierre de 2018 ésta superó […]
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| 06 mar 2019
Aún por debajo de los niveles previos a la crisis económica, pero con un gran sprint durante los últimos tres años, la actividad emprendedora en España ha tomado impulso. Si en mayo de 2008 el número de trabajadores autónomos en España se situaba en los 3,4 millones de personas, a cierre de 2018 ésta superó los 3,2 millones, con una diferencia de casi 160.000 personas. Una carrera de fondo que ha estado liderada, principalmente, por mujeres.
Según los datos recopilados por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), a finales de 2018, el número de autónomas era superior al registrado en mayo de 2008. En concreto se contabilizaron un total de 52.878 mujeres más, con un incremento del 4,8%, frente al descenso del 9,1% registrado en los hombres, (208.849 autónomos menos).
“El autoempleo es una salida digna y real para la mujer en España sin distinción de edad ni nacionalidad y que reduce la brecha salarial”, añade la responsable del área de Mujer de ATA, Candelaria Carrera. En el momento actual, este colectivo representa el 35,6% del total de autónomos inscritos en el RETA, lo que se traduce en que uno de cada tres trabajadores por cuenta propia en España es mujer.
Si bien los varones continúan siendo la tónica predominante dentro del ecosistema emprendedor español, los datos arrojan un rápido impulso de la actividad de las trabajadoras por cuenta propia y que, además, se mantiene en el tiempo. En 2018, el crecimiento en el número de autónomas (+2,6%) duplicó al de ellos (+1,2%). Así, de los 52.725 trabajadores por cuenta propia que se sumaron al RETA en el conjunto del año, 28.849 fueron mujeres.
Al analizar por comunidades, la tendencia es similar. Solamente en Galicia y Asturias el empleo femenino tiene mayor peso con una barrera que supera el 40% del total de autónomos. Destacan también Cantabria (38% de las autónomas) y País Vasco (37,46% de las autónomas). En el lado opuesto se encuentran Castilla-La Mancha, que es donde menor peso tienen las mujeres a pesar de sumar un 7,7% en los últimos diez años, hasta el 30,8% del conjunto de su comunidad.
Unos datos que se tornan más alentadores cuando se comparan estos datos con el resto de países comunitarios. En España las mujeres representan el 33,6% del total de autónomos, frente al 32,3% que registra la media europea. Un porcentaje que le sitúa por debajo de países como Reino Unido (33,1%), Francia (33,4%), Finlandia (34,3%), Portugal (35,8%) o Letonia (40,8%), pero por encima de Suecia (27%), Malta (22,6%), Irlanda (23,2%) o Dinamarca (29,8%).
LAS MUJERES SE DECANTAN POR COMERCIO Y HOSTELERÍA
Mientras que ellos encabezan mayoritariamente construcción, agricultura, transporte e industria -sectores en los que la presencia femenina no llega a superar el 3% en ninguno de los casos– ellas se decantan por actividades relacionadas con la hostelería y el comercio. Precisamente, dos de los nichos predominantes entre el colectivo de los autónomos.
Destacan también las actividades profesionales, científicas y técnicas, las sanitarias, administrativas, financieras y de seguros. En todas ellas, la proporción de mujeres también es mayor.
Llama la atención información y comunicación, en el que con un ligero dominio de los hombres (2,4%) frente a las mujeres (1,2%) su representación sobre el total de los autónomos es muy reducida.