La Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO) estima que con el 25% de las toneladas que se desperdician a nivel mundial evitarían que alrededor de 850 millones de personas pasaran hambre. Con estas cifras sobre la mesa, los ingenieros Carlos Martín y Elíseo Haro se propusieron cambiar el modelo de […]
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| 02 jul 2019
La Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO) estima que con el 25% de las toneladas que se desperdician a nivel mundial evitarían que alrededor de 850 millones de personas pasaran hambre. Con estas cifras sobre la mesa, los ingenieros Carlos Martín y Elíseo Haro se propusieron cambiar el modelo de consumo actual por uno más comprometido con la sociedad y, a su vez, que permitiera conectar a empresas e individuos. Komefy es el resultado de todo ello.
La plataforma, lanzada el pasado mes de mayo, ofrece la posibilidad de adquirir el excedente de comida de restaurantes y supermercados a la mitad de precio con el objetivo de consumir alimentos de una manera más sostenible. DIRIGENTES charla con Carlos Martín sobre esta iniciativa que ya opera en la ciudad de Madrid con la colaboración de alrededor de 100 establecimientos.
¿Cómo ha sido el primer mes de vida de Komefy?
Apasionante. En las startups todo va mucho más deprisa que en las empresas convencionales y las posibilidades son tantas, que surgen cientos de oportunidades. Estas primeras semanas han servido también para validar el modelo de negocio y entender mejor cuál es nuestro público objetivo y cómo se comportan nuestros usuarios.
La idea se produce tras un viaje. ¿Cómo fue?
Durante muchos años he viajado a algunos países de Latinoamérica por motivos de trabajo. En una ocasión, me tocó Brasil, que es un país impresionante, pero lleno de grandes contrastes sociales. Celebrábamos reuniones en grandes y lujosas oficinas, en los mejores restaurantes de la ciudad, mientras que en ese país se encuentran algunas de las zonas más pobres del mundo. Y aunque eres consciente de ello, nunca llegas a interiorizarlo del todo ni a vivirlo.
Al salir de una de esas reuniones pude apreciar esa pobreza casi de manera casual, cuando se acercaron un grupo de chicos que nos pedían dinero. Aquello me impactó especialmente. Y fue en ese momento cuando la idea empezó a formarse hasta concretarse en lo que somos ahora.
¿Con qué objetivo nació Komefy?
Komefy tiene un propósito social. Queremos ser una startup y generar el valor propio de las empresas de este tipo, con empleados dinámicos y emprendedores y con un crecimiento sostenible para nuestros accionistas. Pero queremos hacerlo sin perder el fin social, tratando de trasladar un mensaje de desarrollo sostenible y de responsabilidad social.
De toda la comida que se despilfarra hay una parte qué procede de los supermercados. ¿En qué proporción viene de los bares y restaurantes y cuánta de los establecimientos de comida?
Es difícil de cuantificar porque no hay datos específicos divididos por categorías. Pero si hay un desperdicio global en España de unos ocho millones de toneladas de alimentos, de las cuáles casi medio millón sería solo de supermercados.
A partir de ese dato, podemos pensar que muchos bares y restaurantes, pero sobre todo pequeños comercios como pastelerías o panaderías, derrochan cantidades ingentes de comida. Parte de nuestro crecimiento es ir incorporando a todo tipo de establecimientos, ya sean pequeños comercios o grandes superficies.
Relacionada con la anterior, tenéis acuerdo con algunos supermercados. ¿Existen nuevas negociaciones sobre la mesa?
En el momento actual, estamos explorando varias oportunidades que se encuentran en fase de negociación. Solamente puedo adelantar que en el ecosistema de las startups todo funciona muy rápido y esperamos anunciar algunos acuerdos alcanzados próximamente.
Dentro de la comunidad de Madrid, además de la ciudad de Madrid. ¿En qué otros sitios estáis?
En esta primera fase de lanzamiento nos hemos querido centrar en Madrid capital, especialmente en los barrios del centro (Salamanca, Chamberí, Lavapiés, Justicia y Chamartín) que son los que cuentan con mayor densidad de población y establecimientos. En breve esperamos operar fuera de la capital y en Barcelona para pasar posteriormente a una segunda fase donde esperamos llegar a otras ciudades más pobladas. Estamos trabajando muy rápido en ese plan de expansión a nivel nacional, pero queremos asentarnos con fuerza primero.
A la hora de registrarse, la plataforma ofrece la posibilidad de conectar con Facebook. ¿Komefy hace uso de los fatos de la red social de los usuarios?
Komefy utiliza los datos de los usuarios exclusivamente para fines de información y notificaciones relacionados con nuestra aplicación. En este sentido, entendemos que la Ley de Protección de Datos es fundamental y aplicamos estrictamente esta normativa.
¿Cuál es el horario en el que se acumula más tráfico? ¿Y los productos más demandados?
Es pronto para decirlo. Por regla general, los picos más altos de demanda coinciden con las previas a la comida y cena. Aunque depende también de los horarios de los usuarios. Hay mucha gente que pasa a recoger el producto una vez que su jornada ha finalizado o que deciden consumir en el propio restaurante. Hemos detectado una gran demanda en pequeños restaurantes de barrio con clientes habituales.
¿Cuánta comisión os lleváis?
De las ventas que realizan los establecimientos, Komefy se lleva un 25% sobre el precio de venta final al usuario.
¿Cuál es vuestro tipo de perfil?
Al llevar poco tiempo, es complicado establecerlo como algo fijo. Los primeros datos hablan de usuarios de 25 a 45 años en todas las zonas de Madrid sin ningún tipo de segmentación por clase social o género.
Más allá de esta estimación inicial, ¿quién no querría acceder a productos de calidad rebajados que se preocupan por el cuidado del medio ambiente? Me cuesta pensar que alguien no forme parte de este segmento. Y quizá solo excluirá a la gente sin acceso tecnológico como, por ejemplo, personas muy mayores, fuera del último boom de las apps.
¿Previsión de crecimiento y facturación?
Para lo que queda de 2019 nuestro objetivo es alcanzar unos 350-400 establecimientos por toda España con un volumen de usuarios que va de los 50.000 a los 80.000 clientes. Datos que se traducen en unas 8.000 y 10.000 compras.
El hambre cero se enmarca dentro de los objetivos de desarrollo sostenible. Con vuestras estimaciones, ¿cuánta comida se habrá conseguido salvar de la basura en un año?
Efectivamente, ese objetivo tiene como fecha clave el 2030. Debe ser sin duda uno de los objetivos prioritarios de los principales países desarrollados, pero debe ser igualmente un compromiso de toda la sociedad, incluyendo a empresas y a individuos.
Y por eso no cuantificamos la comida que evitamos que se tire, ni hablamos de salvar comida, porque nuestra idea está más asociada a la transformación del modelo de consumo, a luchar contra el modelo actual y a unirse al cambio de manera específica. Queremos formar parte de una sociedad más justa y comprometida, que se preocupe de lo local (comercios minoristas) pero también de lo global (agricultores en África y países subdesarrollados o productores de materias primas en otros países). El cambio de mentalidad de personas y empresas es nuestro objetivo, más allá de cifras concretas.