Tras el shock sin precedentes causado por la pandemia en la economía mundial en 2020, este ejercicio se presenta más esperanzador. No obstante, la incertidumbre que llegó de la mano de la crisis sanitaria, permanecerá por un tiempo más. La cautela también se ha instalado en este escenario, catapultando la tasa de ahorro dentro de […]
PYMESDirigentes Digital
| 16 feb 2021
Tras el shock sin precedentes causado por la pandemia en la economía mundial en 2020, este ejercicio se presenta más esperanzador. No obstante, la incertidumbre que llegó de la mano de la crisis sanitaria, permanecerá por un tiempo más. La cautela también se ha instalado en este escenario, catapultando la tasa de ahorro dentro de los hogares españoles, aun cuando estos hayan experimentado una reducción de su renta. De hecho, se llegó a registrar la tasa más alta de ahorro en una década en el segundo trimestre del año anterior -los meses marcados por el confinamiento más estricto-, según refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el terreno empresarial, será precisamente este ahorro el gran aliado de las compañías para caminar con paso firme en este 2021 y, consiguientemente, garantizar su supervivencia. Además, será la palanca que facilitará a los emprendedores conseguir sus objetivos a corto, medio y largo plazo.
“La disciplina para ahorrar es algo muy importante a la hora de emprender”, señala el consultor de estrategia financiera y CEO de Finanfox, Alex Caballero, a DIRIGENTES. Sin embargo, esta disciplina viene a raíz de un estudio de la situación. Es decir, lo primero es saber en qué punto está la empresa y el nivel de ingresos y gastos que tiene. “Una de las reglas básicas para generar ese ahorro es la regla del 10%”, que consiste en apartar esa décima parte de los ingresos de la empresas para “llenar ese colchón” y así tener más seguridad en caso de imprevistos como, por ejemplo, esta pandemia. De hecho, hay que tener como mínimo el dinero de seis meses de ventas disponible, por lo que así se tiene un margen de maniobra para no tener que mermar el negocio en momentos de dificultad.
A lo anterior, también insiste en recordar que hay que diferenciar entre los ingresos de la empresa y el emprendedor, ya que la compañía necesita su propio dinero para operar, por tanto, es preciso contarla como un socio más para no mezclar las finanzas personales con las de la compañía.
La planificación de un negocio es fundamental y contar con un plan financiero que mire hacia el corto, pero también hacia el medio y largo plazo. Por otro lado, “es importantísimo hacer un presupuesto y este año aún más”, precisa Caballero, aunque todo depende de cómo ha ido el ejercicio anterior y de las expectativas y objetivos para los próximos meses. Ese presupuesto deberá adaptarse para alcanzar dichas metas. “Es importante definir este presupuesto a finales de año para empezar el siguiente con una hoja de ruta. Es necesario cumplirlo y si hay algún vaivén será importante apelar a los ahorros para resistir”, explica.
La realidad muestra otra imagen. Este experto en estrategia financiera señala que pocas veces se hace ese presupuesto por desconocimiento o falta de tiempo, además de que suelen fallar los objetivos y la manera de planificarse para conseguirlos. Por ejemplo, si los hitos a conseguir no están definidos, el emprendedor no sabrá cuánto dinero va a necesitar para alcanzarlos o crecer en los próximos meses o cuánto destinar en publicidad, atención al cliente o en la creación de nuevos productos. En definitiva, es preciso contar con una hoja de ruta desde el primer momento.
Caballero cuenta que otro de los problemas de no tener una planificación es que se tiende a ahorrar y a tener ese dinero a la vista “por si acaso”. “Es importante hacer una división del colchón de seguridad, de cómo trabajará ese dinero a corto plazo y después en el medio y largo hay que buscar más rentabilidad y menos liquidez”. En caso de que la empresa tenga objetivos a medio y largo plazo, no conviene invertir mucho más de lo que se necesita dentro de poco. En este sentido, el CEO de Finanfox explica que hay que ver con qué excedente se cuenta a partir de ese colchón de seguridad y del objetivo a un año vista para saber cuánto se puede invertir y así optar por productos que generen un beneficio. “No solo se trata de acumular dinero a corto plazo, sino que hay que obtener rentabilidad”, precisa. Como ejemplo, ahora que acaba de empezar el año, Caballero aconseja destinar esa cuantía a productos financieros centrados en el corto plazo, tales como cuentas de ahorro. Y de cara a 2022 o más adelante, recomienda llevar una parte (10%-15%) a productos de medio y largo plazo como fondos de inversión tipo unit linked, ya que solo tributan por los beneficios generados. Por otro lado, se puede trabajar ese dinero a medio plazo con depósitos.