A César Rivero (Madrid, 1995), siempre le había ‘picado el gusanillo’ del emprendimiento. Esta idea de ganar su propio dinero más allá de un empleo convencional le viene por el lado paternal. Aunque reconoce que tuvo una adolescencia de la que no se siente muy orgulloso, los errores le han conducido a montar un negocio […]
EmprendimientoDirigentes Digital
| 16 mar 2021
A César Rivero (Madrid, 1995), siempre le había ‘picado el gusanillo’ del emprendimiento. Esta idea de ganar su propio dinero más allá de un empleo convencional le viene por el lado paternal. Aunque reconoce que tuvo una adolescencia de la que no se siente muy orgulloso, los errores le han conducido a montar un negocio proptech con la idea de revolucionar el mercado inmobiliario. Su última propuesta, Viflip, comenzó su andadura a mediados de 2020, nada más acabar el confinamiento domiciliario de primavera, con una propuesta poco asentada en España: el flipping houses.
Su inicios parecen sacados de una película.
Totalmente. Cuando terminé segundo de Bachillerato, con 18 años, no tenía dinero ni ayudas de nadie, así que las circunstancias me llevaron a trabajar en un restaurante de comida rápida. Mi única motivación en el trabajo era hacer que los clientes se gastaran más. Les vendía un complemento, un bocadillo más grande o un postre. Así es como comencé a formarme en ventas. Tras un periodo de dos años en varias empresas como comercial, cae sobre mis manos el libro Queremos que seas rico, de Donald Trump y Robert Kiyosaki y empiezo a investigar la manera en la que han hecho su fortuna gracias a los bienes raíces. Hasta ese momento, no había nada que me hubiera llamado tanto la atención. Aprendí todo lo que pude sobre el sector y busqué empleo en una inmobiliaria.
De casualidad, un día llega a la oficina un inversor que buscaba viviendas para comprarlas, reformarlas y luego venderlas. En tres meses ganó alrededor de 50.000 euros. Ahí es cuando mi jefe, que ahora es mi socio, y yo comenzamos a darnos cuenta de que nunca le habíamos prestado atención a este nicho. Tras hacer alrededor de unas 15 o 16 operaciones, en 2018 decidimos montar nuestra propia empresa y aportar esa propuesta de valor basada en el modelo americano y muy poco extendida en España. Desde entonces, CDM Inversiones ha gestionado casi 30 millones de euros de capital privado de inversores, que se traducen en la compra, reforma y venta de 115 propiedades, incluido edificios. De manera paralela, también hemos desarrollado otras líneas de negocio como el rent to rent. Básicamente lo que hacemos es alquilar edificios y realquilarlos a estudiantes, trabajadores y turistas. Siempre tuve claro que quería emprender. Ese espíritu me viene por parte de padre.
Además de CEO de CMD Inversiones, en 2020 ha fundado Viflip. ¿A qué se dedica esta compañía?
CDM Inversiones es una consultora de inversiones inmobiliarias que ayuda a pequeños y medianos ahorradores a sacarles rentabilidad, destinándolos en inmuebles, ya sea alquilar o comprar, reformar y vender. Viflip es una solución que ayuda a propietarios a revalorizar un inmueble gracias a la reforma en la que invertimos nosotros para luego deshacerse de ella por más dinero y en menos tiempo.
¿Cómo ha sido 2020 para estas empresas?
En el caso de Viflip, abrimos oficina nada más terminar el confinamiento domiciliario de primavera, por lo que no tenemos mucho recorrido todavía. En cambio, para CDM Inversiones el ejercicio ha sido complicado. Cuando nos encerraron en casa teníamos 14 procesos en obras y 7 propiedades a la venta que tuvimos que paralizar porque no se podía salir a la calle. En el momento actual, nos queda uno de esos siete. Con todo ello, ha cerrado el ejercicio con 1,7 millones de facturación.
¿Cuál es el importe medio que obtiene en cada transacción?
Depende de la propiedad, pero solemos llevarnos entre el 30% y el 50% del excedente que se consigue gracias a la revalorización. Primero hacemos un análisis de mercado para analizar si el precio final del inmueble nos alcanza para reformarlo. A modo de ejemplo, un piso en Madrid valorado inicialmente en 200.000 euros, cuya remodelación asciende a 50.000 euros, tendría que salir a la venta por 300.000 euros. Los otros 50.000 euros de excedente se reparten entre el propietario y nosotros a partes iguales. En caso de no conseguir desprendernos de él, no nos llevamos nada. De las 115 propiedades transaccionadas hasta la fecha, en ocho no hemos cobrado porque no se obtuvo rentabilidad, el importe final fue inferior al estimado.
¿Cuál es la hoja de ruta prevista para CDM Inversiones este 2021?
Nos hemos fijado varias metas para este año. La primera, llegar a Barcelona, Valencia y Bilbao. Nos hubiera gustado desembarcar en la Ciudad Condal en el último trimestre de 2020, pero nos ha sido imposible por las circunstancias. Por otro, terminar de pulir el algoritmo con el que trabajamos y sacar una nueva línea con la que financiar reformas a través de nuestro propio crowdfunding online. Lo que queremos es que una persona desde cualquier parte del mundo pueda invertir a través de su teléfono móvil en proyectos desarrollados por nosotros mismos.
Es el promotor de la filosofía Ye$$$. ¿En qué consiste?
Son las siglas de ya estoy sumando más dinero, más aventuras, más familia, etcétera. Pero va mucho más allá de todo eso, porque lleva implícito el crecimiento constante, el progreso en todas las áreas de la vida y la libertad como valor principal. Es decir, este movimiento tiene su base en la búsqueda de la mejora continua, a través de nuevos objetivos que le permiten ser libre. Está relacionado con superar la mentalidad de escasez.
¿Qué aconseja a una persona que quiere emprender en España?
Que se forme y consiga un maestro. Antes de arrancar mi negocio busqué toda la información que pude y encontré un mentor que es mi socio. Él fue quien me enseñó. Mis malas experiencias, que me hicieron perder miles de euros, fueron por la falta de conocimiento. Por eso, el primer paso es formarse antes de pasar a la práctica.
¿Qué lecciones financieras ha aprendido de su familia?
Principalmente, a no derrochar y hacer una buena gestión. Parte de los ingresos que recibe una persona deben destinarse al ahorro, pero siempre con fines de inversión. El dinero parado pierde valor, por tanto, tiene que estar en constante movimiento y trabajar para ti a través de activos, ya sea inversiones en inmuebles u otro tipo de negocios, en lugar de destinarlo al consumo. En el sector inmobiliario debemos comprar cuando todos están vendiendo y a la inversa.
¿Qué le diría al César del futuro si volviera a tener 18 años?
Que nunca se rinda, porque todo se puede lograr con esfuerzo y dedicación si se tienen las cosas claras. Con esa actitud siempre llegarás a donde quieras. Debo reconocer que hay momentos en los que he querido abandonar y dejar todo lo que estaba haciendo, pero siempre he seguido adelante.