“La pandemia ha puesto de relevancia que lo importante se ha convertido en urgente”. Con esta afirmación, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, reflexionó hace unos días sobre cómo la pandemia ha impactado en todos los ámbitos de la sociedad. Para la dirigente, a lo largo de este tiempo se […]
PYMESDirigentes Digital
| 22 oct 2021
“La pandemia ha puesto de relevancia que lo importante se ha convertido en urgente”. Con esta afirmación, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, reflexionó hace unos días sobre cómo la pandemia ha impactado en todos los ámbitos de la sociedad. Para la dirigente, a lo largo de este tiempo se ha producido una transformación cultural, lo que ha provocado que muchas empresas hayan perdido el miedo a la tecnología. No obstante, este proceso no se trata de una cuestión del tamaño o el sector en el que opere la organización, sino que su efecto se extiende a todos los campos.
Durante la III edición del foro Eficiencia Operativa de VASS, Artigas afirmó que, a nivel empresarial, muchas organizaciones cifran en cinco años el periodo de aceleración que han experimentado tanto sus procesos de digitalización interna como aquellos referidos al desarrollo de sus productos y servicios. Y los datos registrados son una prueba de ello: los trámites online han aumentado un 500%, el comercio electrónico un 40% y los certificados electrónicos se han multiplicado por diez.
Entendiendo la transformación digital y la transición ecológica como las dos grandes palancas de transformación de nuestro modelo económico y productivo, la secretaria de Estado quiso resaltar el compromiso que el Gobierno tiene con el impulso de la tecnología para alcanzar este fin. “Nuestro objetivo es que a finales de 2030 el PIB español tenga un 40% de componente digital”, comentó para explicar que esto supondría que todos los sectores de actividad se digitalizaran y evolucionaran hacia una economía del dato, alcanzando así la “gran reindustrialización del siglo XXI”.
En esta línea, también señaló dos importantes puntos débiles que “nos lastran competitivamente”. El primero está relacionado con las habilidades digitales, tanto de la ciudadanía en general como de profesionales capaces de cubrir las demandas que la industria necesita y, en segundo lugar, la falta de digitalización de las pequeñas y medianas organizaciones, cuyo peso representa al 90% del tejido empresarial. En este punto, para Artigas la ‘Agenda España Digital 2025’ se erige como la hoja de ruta para llevar a cabo la digitalización del país. Entre sus principales objetivos, destacan, por ejemplo, que para esta fecha el 80% de la población española debe contar con competencias digitales básicas.
Tal y como indicó la dirigente, uno de los retos existentes en torno a las pymes y, en concreto, relacionado con las start-ups, es que muchas de ellas después de conseguir nacer y funcionar con la primera financiación semilla, encuentran problemas en el acceso a la financiación cuando quieren seguir creciendo, provocando diferentes efectos negativos en la economía nacional. Los más comunes son la fuga de talento, la venta de estas empresas en el extranjero o que aquellas que deciden quedarse tienen valoraciones inferiores a las que encuentran las empresas equivalentes en otros países.
Por ello, Artigas detalló que desde el Gobierno tienen la intención de actuar en varias direcciones. En primer lugar, pretenden fomentar el emprendimiento, sistematizar la creación de proyectos y la generación de talento. Para ello, se encuentran ultimando la última versión del Anteproyecto de la ‘Ley de Startups’ que tiene el fin de “favorecer” y “cambiar las normas del juego” para propiciar un entorno en el que crezcan “empresas de alto valor tecnológico y alto rendimiento”.
Asimismo, por otra parte, también siguen trabajando a través del Fondo Next Tech, un mecanismo creado de forma conjunta entre la Secretaría de Estado y el ICO, dotado de 4.000 millones de euros de inversión público-privada. Para acceder, las empresas deben cumplir una única condición: deben ser proyectos fundados en territorio nacional, que creen puestos de trabajo en este país y que presenten un alto nivel tecnológico. “Mi misión es que no quede un solo buen proyecto en España que no encuentre absolutamente toda la inversión necesaria para que cubra todas las etapas de su vida”, resaltó para incidir en la idea de que “nuestro objetivo es generar unicornios desde España y para toda Europa”.