El coronavirus ha trastocado todos los ámbitos de la sociedad dejando un entorno mucho más volátil e impredecible. Las organizaciones se han visto obligadas a hacer frente a diversos desafíos para mitigar los efectos de la pandemia y adaptarse a esta nueva realidad. En ese proceso, la innovación y la digitalización han sido dos de […]
Dirigentes Digital
| 10 nov 2020
El coronavirus ha trastocado todos los ámbitos de la sociedad dejando un entorno mucho más volátil e impredecible. Las organizaciones se han visto obligadas a hacer frente a diversos desafíos para mitigar los efectos de la pandemia y adaptarse a esta nueva realidad. En ese proceso, la innovación y la digitalización han sido dos de los ingredientes que han tenido que agregar a sus negocios. Este es el caso de la logística, un sector considerado como esencial durante la pandemia.
En este contexto, recientemente, la Organización Empresarial de Logística y Transporte, UNO, y la consultora Everis han lanzado un informe titulado Tendencias tecnológicas post COVID-19 en el sector logístico para facilitar a las compañías la detección de los desafíos que se presentan, así como las herramientas clave para afrontar este momento. “La pandemia ha puesto a prueba la resiliencia y adaptabilidad de las cadenas de suministro, acelerando los retos que ya existían y trayendo algunos nuevos a los que hacer frente lo más rápidamente posible”, expresa el informe.
Por su parte, el presidente de la patronal logística, Francisco Aranda, ha recalcado que la crisis del COVID-19 ha adelantado cinco años la innovación y la digitalización. Al mismo tiempo, ha expresado que “si antes de esta la eficiencia de las operaciones estaba dejando de ser una ventaja competitiva, ahora ya se ha convertido en una obligación de cara a asegurar la continuidad de las empresas”.
Uno de estos desafíos es la omnicanalidad debido al sustancial incremento de las compras por Internet y a la necesidad de evitar el contacto. Es más, “se afianza como uno de los principales y más imperiosos de implantar” en las compañías. Así los consumidores pueden escoger el canal de compra con el que más cómodos y seguros se encuentren. Por una parte, surgen nuevos modelos de entrega final como, por ejemplo, hacer llegar los paquetes a establecimientos transformados en puntos de conveniencia o a taquillas, retirarlos en tienda o convertir los comercios físicos menos concurridos en espacios de preparación y/o recogida de paquetes. Por otra parte, con el objetivo de reducir desplazamientos y evitar aglomeraciones de personas, el reto “pasa por potenciar y simplificar estos canales de venta”.
Además de acentuarse la necesidad de digitalizar la documentación para eliminar el contacto entre los trabajadores, los repartidores y/o usuarios, la automatización de procesos y la gestión de la cadena de suministro– Smart Supply Chain-, considerada una tendencia antes de la pandemia, ahora ha pasado a “ser una obligación”. “La automatización de almacenes y el uso de robots para ayudar a su gestión y dimensionamiento ha adquirido mayor relevancia, pues aparte de optimizar, ayudan a la implantación del “contacto cero” al necesitar menos personal humano”, según expresan en el informe.
La tecnología está ayudando a que la digitalización de la cadena de suministro sea una “realidad palpable”. Drones, vehículos autónomos, robots industriales, IA, gamificación, realidad virtual, plataformas colaborativas, taquillas inteligentes, RPA, Big Data Analytics, Blockchain, fabricación 3D son algunas a las que otorgan especial relevancia
Por otro lado, contar con una cadena de suministro sostenible y responsable “ha dejado de ser una idea a tener en cuenta para convertirse en una necesidad a corto plazo con el fin de dar respuesta al cambio de necesidades y hábitos de consumo”. En el documento también hablan del talento 4.0 y explican que el reconocimiento público que ha tenido el sector en la crisis sanitaria puede convertirse en una ocasión para atraer profesionales, ya que consideran que, tradicionalmente, ha sido complicado para cualquier operador logístico.
Finalmente, en este contexto, también surgen modelos colaborativos y nuevos modelos de negocio. Respecto a esto último señalan que “la capacidad de adaptarse es vital para mitigar el impacto de cualquier crisis por lo que es el momento de la innovación abierta y el intraemprendimiento”.