El canal online se convirtió, para muchas empresas, en la única manera de dar continuidad a su actividad durante la pandemia. Algunos negocios que disponían de página web se centraron en este canal para vender sus productos y servicios, mientras que los que no tenían una plataforma propia se decantaron por los marketplaces. De hecho, […]
Dirigentes Digital
| 01 feb 2021
El canal online se convirtió, para muchas empresas, en la única manera de dar continuidad a su actividad durante la pandemia. Algunos negocios que disponían de página web se centraron en este canal para vender sus productos y servicios, mientras que los que no tenían una plataforma propia se decantaron por los marketplaces. De hecho, las ventas realizadas por Internet crecieron un 36% en España el año pasado, según eMarketer.
Por su parte, el Estudio e-commerce 2020 de IAB refleja las dimensiones de este mercado, que está formado por 22,5 millones de personas y, de estos, el 72% tiene entre 16 y 70 años. Esto convierte a España en uno de los países del continente europeo con mayor incremento de la actividad comercial digital en los últimos meses. Teniendo en consideración este escenario, de cara a este 2021, los marketplaces ganan terreno posicionándose como una de las tendencias más fuertes.
El experto en marketing digital, COO y cofundador de Idoneo.com, David Eguizábal, al tiempo que valora positivamente el impacto de la compra online en los negocios, también recalca que ahora el cliente es “mucho más maduro digitalmente”, un hecho que se habría producido de manera orgánica en tres años y, en cambio, ha llevado unos meses.
Sectores relacionados con bienes esenciales (como alimentación o supermercados), con el deporte y, en general, con todas aquellas actividades que el consumidor ha tenido que hacer desde casa han crecido. “Muchos players o comercios pequeños se han visto obligados a buscar en Internet una salida para reducir el stock que tenían y que no podían liberar de otra manera”, explica Eguizábal. Precisamente, es en el caso de los pequeños negocios que tienen menos posibilidades de inversión y de digitalización, donde considera que los marketplaces pueden aportar más valor. Ejemplo de esto es Amazon, y es que su ventaja principal es su gran número de clientes. “Con lo cual, ya te ha evitado hacer la mayor inversión que tienes que hacer en Internet que es captar clientes” y cuenta que ha sido testigo de que negocios de compañeros del sector de la automoción han multiplicado hasta por diez su facturación.
Al posicionarse delante de los consumidores, este experto señala que ahora ya solo es cuestión de oferta. “Una estrategia de producto y de precio bien planteada en un marketplace puede ayudarte a sacar stock y aumentar facturación”, precisa. Es importante tener esto en cuenta porque en estos escaparates digitales, se favorece la competencia entre players.
En este punto surge una pregunta y es si este hecho ha desencadenado que gran parte de las empresas se hayan subido al carro del negocio online. Si bien es cierto que esta situación ha obligado a digitalizarse y aún queda hueco para incorporarse a un marketplace, a su parecer, en algunos sectores, las compañías “ya llegan tarde”, remitiéndose a la conocida frase: “En Internet, el que golpea primero, golpea dos veces”. Es decir, los primeros que se suben a la ola son los que van a conseguir mayor tracción, conocimiento e incrementos más notables, mientras que a los últimos “probablemente les va a costar más subirse y a lo mejor se desaniman porque no obtienen retorno rápido”. A este respecto, concluye que llegará un momento en el que será más económico subirse a un marketplace que montar un proyecto de venta digital propio por separado.
El sector del automóvil vivió un 2020 marcado por el desplome generalizado de las ventas a causa de la COVID-19, anotando una caída del 32%, en comparación con el año anterior. Es, de hecho, el año con menor número de ventas desde 2014.
Por su parte, el renting ha avanzado en 2020 aumentando su cuota de mercado hasta llegar a un 20,35%. No obstante, este ámbito también ha sufrido el impacto del coronavirus y, según la Asociación Española de Leasing y Renting (AELR), el alquiler de vehículos, que registró 209.324 operaciones en el ejercicio de 2020, ha experimentado una reducción de casi un 31% respecto al año precedente. Estas cifras suponen que más del 18% de los vehículos que se matricularon en España en 2020 lo fueron mediante renting.
La pandemia, al igual que en la mayoría de sectores, también ha servido para catapultar la digitalización del automóvil. Un área en el que actualmente confluyen tres corrientes que hacen que “la automoción viva la tormenta perfecta para el online“, según el COO de Idoneo.com. El coche es la segunda inversión más grande que hacen las familias, tras la vivienda. Aunque al consumidor se ha mostrado más reticente a adquirir un vehículo online, cada vez tiene menos miedo, por lo que esta primera corriente se trata de un cliente más digital. En segundo lugar, el coche se percibe menos como un artículo o como un bien de status y se entiende más como un medio que transporta a las personas de un punto a otro. A lo que se une la necesidad de tener menos bienes en propiedad, por lo que se está produciendo el auge de la suscripción. “El pago por uso que hay en otros sectores está llegando a la automoción”, precisa el COO de este marketplace de renting de vehículos.
Aunque la cuota de compra de coches en general se haya visto reducida, Eguizábal se muestra convencido de que el área del renting, así como el digital en general, se va a incrementar en este ejercicio. Además, el cliente prefiere hacer uso de un transporte particular en lugar del público a causa de la pandemia. Por tanto, “si esto lo mezclamos con las tres corrientes anteriores, el cóctel es explosivo y esperanzador para 2021”, concluye.