A pesar del potencial que ofrece el Big Data al tejido empresarial, las compañías españolas todavía presentan un limitado grado de implantación. Esta es una de las principales conclusiones del White Paper: Big Data, Machine Learning y Business Intelligence, elaborado por la consultora Nuvix Consulting. A lo largo de sus páginas, se ha analizado el […]
Dirigentes Digital
| 10 nov 2021
A pesar del potencial que ofrece el Big Data al tejido empresarial, las compañías españolas todavía presentan un limitado grado de implantación. Esta es una de las principales conclusiones del White Paper: Big Data, Machine Learning y Business Intelligence, elaborado por la consultora Nuvix Consulting. A lo largo de sus páginas, se ha analizado el estado de esta tecnología en España y Europa mostrando que, durante 2020, únicamente un 6% de las organizaciones nacionales utilizaron estas herramientas, ya fuera a través de sus empleados o mediante ayuda externa.
Las ventajas del Big Data son amplias y variadas. A lo largo de los últimos años, se ha puesto de relieve el potencial que aporta a las compañías el manejo de la información de sus clientes, así como del contexto en el que operan. No obstante, en ocasiones, el alto volumen de datos con el que estas cuentan provoca que resulte complicado para sus empleados extraer conclusiones que puedan incorporar en su trabajo. En este escenario, las herramientas de Big Data cobran relevancia al permitir transformar dicha información en conocimiento útil y manejable.
Prueba de ello, según datos del estudio 2020 Global State of Enterprise Analytics, elaborado por MicroStrategy y facilitados por Nuvix Consulting, el 64% de las compañías que ha utilizado alguna vez esta tecnología “notan las mejoras en su eficiencia y productividad”, mientras que el 51% destacan un “mejor desempeño financiero”.
En este escenario, al comparar el grado de implantación de esta tecnología en las empresas con respecto al resto de países europeos, los resultados del informe elaborado por la compañía colocan a España en la octava posición por la cola, muy por debajo de otros estados como Malta (29%), Países Bajos (26%) y Reino Unido (25%). Esta desigualdad también se refleja al observar los datos relativos a la Unión Europea, donde España “también se encuentra rezagada respecto al conjunto, con un grado de integración del 13% entre todas las empresas de la unión monetaria”, indican.
De igual forma, esta dinámica se replica en el estado de implantación del Big Data dentro de las comunidades autónomas, donde también es visible la baja implantación. De hecho, la Comunidad de Madrid es la única región que supera con dos dígitos el porcentaje de empresas que utilizaron este tipo de herramientas en el primer trimestre de 2020, un 12,1%. A esta le siguen un poco más rezagadas Castilla-La Mancha (9,6%) y Baleares (9,3%). Por su parte, en este punto, llama la atención Cataluña y País Vasco, donde a pesar de que existe un amplio tejido empresarial, alcanzan porcentajes limitados y se quedan en un 7,6% y un 7,5%, respectivamente.
En su White Paper, Nuvix Consulting también ha analizado el uso que se hace del Big Data en los diferentes sectores de actividad, llegando a la conclusión de que, a pesar de que en determinados ámbitos se utiliza un amplio volumen de datos, la implantación de esta tecnología “está menos desarrollada de lo esperado”. Un ejemplo de ello son las actividades administrativas o las inmobiliarias, donde solo alcanza un 6,27% y un 8,5% de integración, señalan en base a unos datos aportados por el INE. En el lado contrario de la balanza se encuentran los sectores relacionados con la información y comunicación (17,58%), TIC (16,62%) y el transporte y almacenamiento (13,99%), donde el grado de integración de estas herramientas es ligeramente mayor.