A menor tamaño, menos productividad

"El tamaño sí importa"…al menos en lo que a productividad empresarial se refiere. El mito de que en las empresas pequeñas los trabajadores tienden a hacer de todo y a no especializarse en nada puede tener consecuencias. Según el último informe ‘Esenciales’ de la Fundación BBVA y el Ivie, en España hay un 21,3% más de microempresas que en Alemania y un 23,2% más que en Reino Unido. La productividad de los trabajadores se resiente.

Las microempresas españolas son un 29 % menos productivas respecto a la media de la UE, mientras que en las grandes empresas la productividad es un 13 % inferior.La productividad media del tejido económico español es "sensiblemente inferior" a la de otros países vecinos, de forma que la productividad en Alemania es un 42 % superior, una cifra que sube al 51 % en el caso de Francia y al 74 % en el del Reino Unido.

El estudio señala que el reducido tamaño de las empresas impide "desarrollar procesos innovadores o internacionalizar la actividad además de frenar la incorporación de más capital humano y tecnológico", por lo que destaca la necesidad de tener más grandes empresas y menos microempresas para "asentar el nuevo patrón de crecimiento sobre las mejoras de la productividad".

El informe también muestra que, aunque se crean empresas a un ritmo similar al de otros países europeos, la tasa de supervivencia es muy corta, sobre todo en las empresas más pequeñas, ya que gran parte de ellas cierra pronto o no genera empleo adicional. El 61 % de los proyectos empresariales sin asalariados no llegan a los 5 años de actividad, frente al 48 % en Francia o el 58 % en Reino Unido. Además, con el paso del tiempo, en las micro y pequeñas empresas se destruye un porcentaje mayor del empleo inicial, lo que frena su crecimiento y su contribución al empleo.

Según el estudio, la menor supervivencia de las empresas pequeñas se debe a que la mayoría de las nuevas sociedades "carecen de los recursos humanos y financieros adecuados para alcanzar tamaños que les permitan aprovechar economías de escala y ser más productivas".

Por otro lado, la elevada rotación empresarial hace que el saldo del empleo creado cada año -diferencia entre el empleo creado por  las nuevas empresas y el destruido- tenga un escaso impacto en la evolución de la ocupación total (entre el 3 y el 4 %).Según los datos recogidos por la Fundación BBVA y el Ivie, la tasa neta de destrucción de empleo en España entre 2008 y 2013 alcanza el 42 %, debido a que las empresas supervivientes a la crisis apenas crearon empleos adicionales.

En cuanto a los empresarios autónomos, el informe destaca que, aunque su peso haya aumentado durante la crisis, no es suficiente para resolver los problemas de productividad debido al bajo perfil formativo de muchos de estos emprendedores, puesto que la mayoría de los proyectos consisten en actividades "de escaso contenido tecnológico y bajo valor añadido".

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *