Ahora que Mariano Rajoy ya es presidente del Gobierno, todos los focos se centran en Ferraz. Se espera que en los próximos días, Javier Fernández, presidente de la gestora socialista, tome una decisión sobre la sanción que se impondrá a los quince diputados que rompieron la disciplina de voto, negándose a abstenerse ante la investidura de Mariano Rajoy. De momento, el grupo socialista del Congreso ha iniciado el procedimiento contra los quince diputados díscolos. La diputada Zaida Cantera ha confirmado vía Twitter que ha recibido el apercibimiento, firmado por el responsable de disciplina del grupo socialista de la Cámara Baja, Luis Carlos Sahuquillo. Las sanciones pueden oscilar entre 200 y 600 euros. El artículo 78 de los estatutos del PSOE establece que los miembros del grupo parlamentario “están sujetos a la unidad de actuación y disciplina de voto”. “Si la actuación originada” por los diputados “se estimase grave por el Comité Federal, este tendría facultades para proceder a darle de baja en el grupo parlamentario, procediendo a incoar el correspondiente expediente, que será tramitado por la comisión federal de ética y garantías para que dicte las resoluciones a adoptar”. El ex secretario general socialista, Pedro Sánchez ha pedido a Fernández en una entrevista que no expulse a estos diputados, ya que sólo cumplieron con su compromiso político. Además, Sánchez solicitó que no se rompieran las relaciones con el PSC, después de que todos sus diputados decidieran votar en negativo. Ante tal petición, Fernández aseguró que no quiere esa ruptura. “Hemos compartido el proyecto de España con el PSC y deseamos seguir compartiéndolo, pero siempre que respeten las reglas de ese proyecto”, señaló. Además anunció que habrá diálogo con los representantes catalanes. Sin embargo, la comisión gestora del PSOE ha confirmado que llevará a un comité federal la revisión del protocolo que les vincula al PSC. “Hemos tenido una discrepancia con el PSOE y ahora saldrán los puntos en común que compartimos. Con el PSOE compartimos valores y un proyecto, y es por eso que ni creemos ni queremos que haya una ruptura”, ha declarado Meritcell Batet. Los miembros del PSC que decidieron romper la disciplina son: Marc Lamuà, secretario de Organización por Girona y doctor en Arqueología; Manuel Cruz, número dos por la circunscripción de Barcelona y en su primera legislatura; María Mercè Perea, teniente de alcalde en L’Hospitalet y diputada las dos últimas legislaturas; Lídia Guinart, teniente de alcalde en Santa Coloma de Gramanet; Joan Ruiz, secretario de organización en Tarragona y José Zaragoza, ex responsable de Organización del PSC con Pasqual Maragall y José Montilla y diputado en el Congreso desde 2011. Los otros insurgentes son Meritxell Batet, cabeza de lista por Barcelona y parte de la ejecutiva de Sánchez, que la llevó como segunda en la lista de Madrid en las elecciones del 20D; Margarita Robles, número dos por Madrid como independiente esta legislatura; Zaida Cantera, también independiente y número seis en la lista de Sánchez por la capital; Odón Elorza, diputado vasco y ex alcalde de San Sebastián; Pere Joan Pons, ex jefe de gabinete de la presidenta de Baleares; Sofía Hernanz, parte de la dirección del grupo parlamentario socialista; María del Rocío de Frutos, diputada por Ourense; Susana Sumelzo, responsable de la secretaría de Administraciones Públicas en la ejecutiva federal de Pedro Sánchez y diputada por Zaragoza y María Luz Martínez, diputada por Palencia.
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