Vuelve la euforia al Viejo Continente a pesar de unos pedidos de fábrica en Alemania que sorprenden negativamente al caer en agosto un 1,8% frente al repunte del 0,5% esperado, y revisarse a la baja las cifras de julio. Dentro de nuestras fronteras, la Comisión Europea (CE) ha advertido que España no cumplirá con los objetivos de déficit ni este año ni el que viene, estimando que se alcanzarán niveles del 4,5% y el 3,5%, respectivamente (frente al 4,2% y el 2,8% fijado), a pesar del crecimiento. Así, Bruselas exigirá al nuevo Gobierno que resulte de las elecciones del 20 de diciembre que cambien los Presupuestos para 2016.
A vueltas con la macro, muchos inversores están totalmente confundidos, y es que, tal y como explica el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, "la economía es así: ofrece argumentos para previsiones tan opuestas como estas. Y los mercados siguen a la economía… ¿o era lo contrario?. Sí, creo que ahora los mercados anticipan a la economía e influyen sobre ella. Se llama estabilidad financiera".
En este contexto, y a la espera de la publicación de las nuevas previsiones económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), "lo cierto es que el pesimismo impera entre los inversores. Y entre las autoridades. Dicho esto, creo que aquí tenemos un punto positivo dónde agarrarnos: ya saben que las crisis ocurren sólo cuando no se anticipan. Con todo, sean prudentes. Aunque esto es una recomendación válida siempre, no sólo en momentos de inestabilidad", aconseja.
Bancos centrales con las "puertas abiertas"
Así las cosas, el Reserve Bank of Australia (RBA por sus siglas en inglés) ha decidido mantener los tipos esta madrugada, limitándose a tomar esta decisión sin hacer más comentarios sobre la situación actual de la economía. "Silencio" que algunos expertos han interpretado como que deja las "puertas abiertas" a posibles medidas de estímulo en el futuro. Citi, en concreto, espera una rebaja de tipos de 0,25 puntos básicos antes de que acabe el año.
Mientras, Eric Rosenberg, presidente de la Fed de Boston, señalaba el lunes que, a pesar de los "débiles" datos de empleo de septiembre, no se puede descartar una subida de tipos antes de que acabe el año.
Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo (BCE) ha indicado que la semana pasada compró deuda por importe de 8.436 millones de euros bajo su programa de flexibilización cuantitativa QE. Así, el importe total desde que se iniciase el programa asciende a 346.315 millones de euros, con una adquisición media diaria de unos 2.372 millones, en línea para cumplir los objetivos (60.000 millones mensuales).
Esta tarde, con los mercados europeos ya cerrados, el presidente de la autoridad monetaria de la Zona Euro, Mario Draghi, ofrecerá un discurso en el que podría ofrecer algún "adelanto" de la posible ampliación que descuenta el consenso de este programa. En concreto, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) señalaba la semana pasada que el importe podría duplicarse y la duración incrementarse hasta mediados de 2018 (desde septiembre de 2016).
Finalmente, cabe destacar que el miércoles finaliza la reunión del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y se espera que "prepare" al mercado para nuevos estímulos, en palabras de Renta 4, cuando no que de la sorpresa y los anuncie directamente esta semana: "Mantenemos la idea de que presentará medidas adicionales el 30 de octubre, pero no podemos descartar por completo la posibilidad de que haya un movimiento en este sentido en este encuentro", afirma Goldman Sachs.
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