Cameron ha tensado la cuerda casi durante 48 horas ininterrumpidas hasta conseguir que el resto de líderes europeos aceptaran sus exigencias, para limitar las ayudas sociales a los inmigrantes europeos, quedar al margen de los próximos pasos hacia una mayor integración europea, que el mercado único mejore su competitividad y proteger a la City de Londres de las decisiones de la Eurozona.
Ahora Cameron volverá a Londres con una mayor desconexión del Viejo Continente pero defenderá la permanencia en la UE en el referéndum que convocará en las próximas fechas. El premier ha afirmado que "lo acordado es suficiente para que yo pida la permanencia en la UE, pero estaremos fuera de lo que no funciona para nosotros en la UE: las fronteras abiertas, los rescates y el euro".
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