Duce parte de un escenario de recuperación económica global en el que la principal duda siguen siendo los mercados emergentes. "Preocupa la desaceleración de la economía china, que podría crecer en este primer semestre del año por debajo de la barrera del 7%, objetivo fijado por el gobierno", explica la economista.
Pero más allá de la mejora en otras regiones como Europa o EEUU, desde la firma destacan el impacto que seguirán teniendo las políticas expansivas de los bancos centrales, recordando que cerca de 20 organismos monetarios han tomado este camino en los últimos meses. "Existen, no obstante, excepciones, como Brasil, donde han subido los tipos, o Ucrania, donde han situado los tipos en el 30%, los más altos del mundo", recuerda Duce.
A su juicio, los inversores deben estar atentos a los cambios en política monetaria que se producirán a partir de ahora. Para Deutsche Bannk, la Fed y el Banco de Inglaterra subirán los tipos (la Fed en verano y el Banco de Inglaterra a principios de 2016 probablemente), mientras que el Banco de Japón y el BCE seguirán con sus inyecciones masivas de dinero.
Esto tendrá un impacto directo en el mercado de divisas, apostando claramente por la debilidad del euro frente al dólar, a pesar del repunte que la moneda única ha registrado frente al billete verde en las últimas sesiones. "La divisa europea cerrará el año 2015 en la paridad frente al dólar, situándose a mediados de 2016 en niveles de 0,90 dólares, y caerá aún más en 2017, hasta 0,85 dólares", estima la experta.
En este entorno, y anticipando que la política de expansión del BCE se alargará al menos durante los próximos 18 meses, Duce anticipa que las rentabilidades de los bonos europeos se mantendrán en niveles muy bajos. "Es más, incluso aunque el BCE consiguiera su objetivo de llevar la inflación cerca del 2% a finales de 2017, sería difícil ver una subida de tipos en Europa. El exceso de endeudamiento, sumado al exceso de capacidad existente (output gap cercano al 2% actualmente) limitan el potencial de crecimiento en la región", asegura.
Así, advierte que las rentabilidades de los activos refugio como el mercado monetario o la renta fija de gobiernos, se mantendrán en niveles cercanos al 0%, o incluso en negativo. "Adiós por tanto a la tradicional inversión en depósitos o a las inversiones que garanticen el 100% del capital", sentencia.
Con este escenario en el que será necesario asumir más riesgo en busca de mayores rentabilidades, la experta aconseja fondos multiactivos, con una política de inversión flexible y riesgo controlado, para los inversores de perfil conservador y moderado. Y advierte: "surgirá la necesidad de asumir más riesgo.
Para inversores con una menor aversión al riesgo, la bolsa sigue siendo la mejor alternativa a juicio de Deutsche Bank, especialmente la europea, "donde la mejora del crecimiento y, especialmente, la política de compra de deuda por parte del BCE, le otorgarían mayor potencial".
Duce no oculta sus dudas en torno a la Bolsa estadounidense, sobre la que puede pesar la decisión de la Fed de subir tipos, probablemente en verano. En cuanto a los mercados emergentes, "la situación de cada país será clave para su futura evolución: esto es, no se moverán como un bloque unitario". Desde la firma apuestan por la zona asiática, "donde los esfuerzos reformistas de algunos gobiernos (como India, Indonesia e incluso China) serán el factor diferenciador".
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