Iturriaga explica que "da la sensación de que el mercado está a merced del análisis top down, con movimientos de vértigo al calor de las decisiones de los bancos centrales". Durante el mes de marzo, su fondo Okavango Delta subió un 6,39%, frente al 3,09% del Ibex 35. En el año, el producto acumula una rentabilidad de -6,10%, frente al -8,6% del índice.
"No sé qué hará que los inversores, sobre todo los más grandes, vuelvan la vista hacia los fundamentales de la bolsa. Quizá los resultados del primer trimestre transmitan la confianza necesaria para sacar la cabeza de la centrifugadora macroeconómica en la que parecen inmersos y se den cuenta del valor que hoy ofrece nuestro mercado de valores", asegura.
Para el experto, es probable que sirvan para constatar el apalancamiento operativo de las compañías más expuestas al ciclo de consumo español "y, de paso, desmontar algún mito, como que los bancos en este nivel de tipos de interés no ganan dinero". Pero reconoce que este factor también puede volver a pasar desapercibido.
Una opinión similar maneja para otro posible catalizador del mercado: el incremento de la actividad corporativa. A su juicio, las valoraciones de la Bolsa española, los bajos tipos de interés y el hecho de que el mercado de capitales está a pleno rendimiento son argumentos suficientes para considerar este escenario.
Durante el mes de marzo, la firma ha decidido deshacer sus posiciones en FCC para introducir en cartera Mapfre y Santander, siguiendo la política de inversión de todo el trimestre de "aprovechar las ventas indiscriminadas para aumentar posiciones en aquellas compañías con peor comportamiento".
En su carta mensual a inversores, Iturriaga aprovecha para reflejar el ‘sinsentido’ de un mercado que en muchas ocasiones se mueve por el pánico. "Más allá de la volatilidad, hay que agradecer a estos tres primeros meses del año que se hayan desmontado todas las tesis apocalípticas que se han venido construyendo para justificar las caídas en los mercados", asegura. A su juicio, "ni China descarrila, ni ha entrado en la senda de devaluaciones competitivas de su divisa que tanto preocupaban hace poco tiempo". Del mismo modo, apunta a la estabilización del precio del petróleo y a la recuperación, aunque lenta, de las economías desarrolladas. "En el caso concreto de España, la economía no ha acusado aún la falta de gobierno", indica.
Respecto a las políticas monetarias, el gestor considera que "el Banco Central Europeo (BCE) se ha encargado de desmontar otra de las teorías apocalípticas que más fuerza habían tomado últimamente", en referencia a un posible nuevo recorte en el tipo de depósito, actualmente en el -0,40%. "Resultaría contraproducente con el Euribor en negativo", indica, explicando que los bancos no pueden seguir mejorando las condiciones en las que prestan debido a las pérdidas en las que incurrirían en la parte antigua de la cartera ligada a dicha referencia.
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